Javier Sánchez de Dios / Santiago

El debate sobre la denominación -crisis, desaceleración, ajuste, etcétera- de lo que ocurre resulta, para muchos, absurdo. Por lo tanto quizá sea mejor preguntar cómo ven ustedes la situación, ¿no?

- miguel l. crespo. ¿Crisis? Evidentemente sí. Aparte la semántica, desde el punto de vista del consumidor es evidente que estamos en una crisis. Pero no vino de repente; desde las asociaciones y organizaciones gallegas de consumidores y usuarios lo estamos advirtiendo desde septiembre u octubre del año pasado, con una escalada enorme de los precios en la cesta de la compra; después los carburantes con su repercusión directa e indirecta; hemos visto la subida imparable del euríbor y todo ello acompañado por un corto aumento, cuando lo hubo, de salarios, que en el mejor de los casos se igualó al IPC. Pero en estos meses hemos visto un alza del veinte por ciento en el coste de la vida frente a un casi cero por ciento de los salarios. Y así cuando hay menores recursos y más obligaciones, no creo que pueda hablarse de otra cosa que no sea crisis.

- domingo barros. Poco que añadir. Me da igual como se llame lo que ocurre: los nombres que se están utilizando serían un buen ejemplo para enseñarle a los chavales de trece o catorce años lo que son los eufemismos. Lo que sí está claro es que lo que nos preocupa de esta situación es cómo la perciben los trabajadores, y éstos ven que desde hace seis meses la vida está muy complicada para sus bolsillos, su economía y sus puestos de trabajo. Por lo tanto llámese como se llame nosotros la vemos como una situación de mucha preocupación, sobre todo porque quienes la analizan hablan de que puede ir a peor aún. Quizá haya que hablar más adelante en términos más duros, pero en principio lo que está claro para nosotros es que ésta es una situación muy preocupante y de difícil solución además.

- antón arias. Si crisis es toda situación que implica un cambio brusco, es evidente que estamos en crisis. Y el gran error sería dar la espalda a esta situación; hay que afrontarla, tomar las medidas adecuadas e intentar que tenga la menor repercusión posible. En este tipo de coyunturas siempre hay un factor de incertidumbre, no sabemos dónde se produce la crisis pero probablemente en su desarrollo es donde buscamos y hallamos las soluciones. Hay que tener conciencia clara de que es preciso que nos pongamos a buscar soluciones, a trabajar en esa dirección, porque sería gravísimo quedarnos en una discusión semántica, porque lo preciso es, si hay un cambio de tendencia, tomar medidas para que se reconduzca y los indicadores vuelvan a guarismos positivos.

- Se ha dicho que una parte de la gravedad se debe a la crisis financiera, al factor bancario.

- lópez. Yo creo que sí, que la política de las entidades financieras está agudizando la crisis y contribuyendo a alargar sus efectos en el horizonte. Se empezó hablando de que duraría unos meses y ahora se oye ya la fecha de 2010. Y veo muy difícil que los consumidores gallegos puedan resistirlo, porque desde hace algún tiempo les cuesta mucho no ya mantener un nivel de consumo como el anterior sino sostener una vida normal. Suena a tópico, pero es verdad que un gran sector de la población se plantea como problema llegar a mitad de mes, y sin la posibilidad de pedir créditos, porque hay un endeudamiento enorme.

- barros. Aquí todo el mundo creyó que la crisis iba a llegar por el sector de la construcción, o por el de la vivienda, y de repente apareció un escenario mucho más complicado: el de las "hipotecas basura" en los Estados Unidos que repercutió en todo el sistema financiero internacional a pesar de que muchos señalaron que su incidencia era tan reducida allí, de un cinco por ciento del total, que aquí no iba a significar gran cosa. Es decir, la crisis llega en el peor momento financiero que se podría dar, y de alguna manera pone en cuestión algunos supuestos que casi nadie discutía, aunque los trabajadores dudábamos de ellos.

- arias. Bueno, conviene recordar que hace un año nadie hablaba de crisis, sino de "aterrizaje suave" en el sector inmobiliario y de una burbuja producida por una capacidad de producción superior a la demanda de viviendas. Luego apareció la crisis en USA y se dijo -porque, efectivamente, significaba un porcentaje pequeño relativamente en el conjunto de las hipotecas- que no afectaría al sistema financiero español y hablo de economía global. Estamos ante un modelo de crecimiento de los países occidentales apoyado sobre todo en el incremento del consumo y su financiación a través del endeudamiento, y eso se ha venido abajo.

- Algunos sectores empresariales pidieron a la Xunta que intervenga ante Bancos y Cajas....

- lópez. Se ha actuado con una política financiera de a veces excesivas facilidades a los consumidores sin que nadie haya tenido en cuenta la necesidad de advertir de los riesgos de las obligaciones financieras en tal nivel que cualquier variación reventaría el equilibrio. Y eso es lo que está pasando, aunque en Galicia se note aún algo menos porque quizá seamos gente más prudente o porque aquí no teníamos el nivel de actividad y de riesgo de otras Comunidades. Pero, como ya he dicho, lo que sí hay en la sociedad gallega, como en las demás, es un excesivo índice de endeudamiento que ahora está actuando, o pesando, como una losa.

- barros. Lo que es ilógico es que si esa crisis provoca, según parece, que entre los propios bancos no se presten dinero, no se ayuden, para provocar liquidez, en esa situación de crisis sigan anunciando los beneficios que siguen anunciando: hace un par de semanas vimos a uno de los banqueros más importantes de España hablar de beneficios enormes cuando el país las pasa canutas. Sí que se puede hacer algo, está claro, pero el único que sí puede desarrollar políticas en ese sentido es el gobierno, son los gobiernos. ¿Medidas? Hay, pero lo que hay que proponer es la vuelta a un sistema de crédito más accesible para los trabajadores.

- arias. Es cierto que la actitud de Cajas y Bancos es sumamente restrictiva, que tienen un problema de liquidez y que no son capaces de atender la demanda, pero sería un error criminalizarlos o imputarles toda la responsabilidad o la culpa de lo que está pasando, porque ellos son también afectados. Mire, lo que algunos llaman "alegría anterior" de los Bancos era un factor positivo porque nos permitía saber que había disponibilidad para crecer y aumentar beneficio, y que las empresas tengan beneficios es una garantía de empleo y de prosperidad. Otra cosa es la distribución de los beneficios, de acuerdo, pero si no los hay apenas se podrá crear riqueza.

- Quizá no sea tiempo aún de plantear quién debe asumir responsabilidades por lo que está pasando...

- barros. El Fondo Monetario Internacional podía haber previsto estas cosas. Si aquí se tomaron las medidas que se tomaron por el Banco de España hace años para proteger al sistema financiero de ese tipo de "hipotecas basura", lo pudieron hacer otros también, y sin embargo no lo hicieron. España padece por la crisis del sistema financiero, no por las hipotecas: nos están machacando por otra cosa.

- arias. Hemos visto, todos, que había una liquidez tremenda y eso generaba una euforia, una superactividad impresionante, pero en el fondo imposible de controlar a plazo: compraventas que hoy se hacían por diez, mañana por cien y al otro día por trescientas. Y eso a la larga revienta y destruye el modelo. El problema ahora es buscar otro modelo que satisfaga las necesidades reales, redimensionadas.

- lópez. Se ha hablado mucho del consumo como elemento distorsionador pero yo creo que probablemente se ha hecho de una forma sesgada, Ciertamente se ha potenciado quizá un consumo desenfrenado, contra el que han estado y están las organizaciones profesionales, aunque sobre esto habrá que abrir también un proceso de reflexión. Y habrá que hablar de la vivienda, el suelo, y otros factores de la crisis.

- arias. El suelo en sí se encareció por la gestión de cambios de calificación; el proceso constructivo sobre ese suelo lo ha encarecido sólo en el índice del IPC; ha habido un enorme componente especulativo en un mercado que lo aceptaba. Era un modelo en donde parecía que el dinero era ilimitado porque se iba en caso de necesidad al crédito. Pero es verdad que hay que reflexionar y buscar un nuevo modelo.

- lópez. Es evidente que para salir de esta crisis hay que ser capaces de obtener crédito a nivel personal o familiar, que sea más fácil. El consumidor es siempre la parte más débil en cualquier proceso de este tipo. Pero hemos de tener en cuenta que no se puede hacer lo que se ha hecho para, dentro de unos años, volver al mismo punto y padecer la misma situación.

- barros. En UGT tenemos propuestas de solución para el futuro, y están aprobadas y publicadas, pero nos preocupa más el momento actual, por una razón: para nosotros es indispensable proteger a los que van a sufrir la situación que ellos entienden como crisis. Y eso se hace diseñando políticas para proteger sus salarios y proteger también sus situaciones de desempleo.