Juan Calvo / o morrazo

El portavoz nacional del BNG, Anxo Quintana, dijo ayer en Moaña que la celebración del día 25 de julio en Santiago de Compostela tenía que ser una demostración de "ese país forte que se está a crear" y animó a los asistentes a la I Festa Nacionalista de O Morrazo que se celebró en Chan da Arquiña, en el Monte Faro, a convertir el Día da Patria Galega "na porta de entrada para as eleccións galegas".

Quintana también mencionó que esta semana iba a dar una nueva oportunidad en el Parlamento de Galicia para que todas las fuerzas políticas gallegas acordasen dirigirse a Zapatero para exigir los compromisos adquiridos en su día con Galicia en materia de AVE e infraestructuras.

Pidió a las fuerzas políticas altura de miras para estar unidos en esta reivindicación y recordó que el 8% de la inversión estatal en la comunidad autónoma ya no es suficiente, que lo que se persigue ahora es fiscalizar la inversión del Estado.

Gobierno "amigo"

Insistió en que Madrid no regala nada y en que el día a día político demuestra "a derrota desa teoría absurda que manteñen o PP e o PSOE, sobor dun goberno amigo".

El vicepresidente de la Xunta hizo balance con la mente aún puesta en la entrega de las medallas Castelao y no dudó en señalar que "Galiza ten un sitio asegurado no mundo". No pasó por alto la crisis económica y dijo, en contra de lo que mantenía Zapatero, que la situación de crisis no era opinable, sino una evidencia. También dejó claro que la única presión que había tenido el BNG en el plan eólico había sido la de los gallegos y gallegas, ya que los nacionalistas no admitirían otra.

Quintana huyó de paralelismos con otras fiestas políticas y nada más subir al palco dijo que en O Morrazo había asistido a muchas fiestas del BNG.

Más de 300 personas en Chan de Arquiña

Llegó tarde Anxo Quintana, pero cuando lo hizo salió el sol, circunstancia que no pasó desapercibida para la alcaldesa de Cangas, Clara Millán, que deslizó su pensamiento en voz alta en medio de un séquito político de alcaldes, diputados delegados y concejales que montaban guardia.

Tal vez por evitar las posibles coincidencias, la organización de esta fiesta nacionalista escapó de muchos condimentos de las fiestas. Uxío Piñeiro ya había advertido el día anterior que había una diferencia sustancial con la otra romería de Monte Faro del PP en Rodeiro: "E que aquí, cada un paga o seu". Así que la mañana fue tranquila y se pasó delante de un escenario. La comida fue típica de un día campestre y el pulpo no pareció tener el éxito de la empanada. Como tampoco logró acaparar mucha atención el merchandaising que vendía la Mesa Pola Normalización Lingüística con camisetas de Shinchan en las que se podía ler : "¡O Galego, que cacho lingua!". Por la tarde, el sonido de las gaitas y las panderetas dieron otra apariencia de fiesta y hubo alguno que incluso se animó a salir a bailar.

Las algo más de 300 personas que subieron por la mañana a Chan da Arquiña se apresuraron a bajar. En la mente de todos, también en la de organización, estaba la final de la Eurocopa.