María Ballesteros / A Coruña

Más de doscientas familias gallegas que tienen o han tenido problemas con sus hijos han sido derivadas desde 2005 por la Xunta a terapeutas familiares. El objetivo es que les ayuden a resolver desde dentro conflictos relacionados con la violencia, las dificultades de comunicación, los episodios de delincuencia o el absentismo escolar, entre otras muchas situaciones que ponen en riesgo la convivencia familiar.

El programa funciona desde 2004 a través de un convenio entre el Gobierno gallego y la Asociación de Terapia Familiar de Galicia hasta ahora ha resuelto con éxito más del 70% de los casos derivados.

Los beneficiarios del programa son familias usuarias de los servicios sociales especializados de la Administración con menores en situación de riesgo o de conflicto social y entre los que se incluyen aquellas familias con hijos en situación de guarda por parte de la Xunta o internados en centros de menores.

De enero a mayo de este año, han sido ya 68 las familias gallegas derivadas a este programa, lo que supone continuar una trayectoria ascendente que se inició con 31 beneficiarios en el año 2005. Un año después la cifra subió a 50 familias y en 2007 fueron 80. "Que nos lleguen más casos no quiere decir que haya más problemas en las familias", precisa el coordinador de la Asociación de Terapia Familia de Galicia, Manuel Juncal.

Lo más habitual es que sean padres e hijos los que acudan a las sesiones de terapia , que suelen ser unas diez por caso, pero en ocasiones los profesionales de la asociación ofrecen atención individualizada a un menor o también sólo a los progenitores, cuando el niño se niega a acudir.

De las 229 familias que desde 2005 han sido derivadas desde la Xunta a la Asociación de Terapia Familia de Galicia, la entidad

da por cerrados 84 casos, de los que el 72,6% se han resuelto con éxito. Fracasados se consideran el 15,5%, mientras que el 11% de los casos se clasifica como abandono, ya que los padres o los menores no acudieron más que a una terapia.

La provincia donde más familias han sido derivadas a terapia es Pontevedra, donde de enero a mayo de este año se han registrado 28 de los 68 beneficiarios. El año pasado, de las 80 situaciones familiares conflictivas, 41 se produjeron en Pontevedra.