El Parlamento gallego reclama a la Xunta que los emigrantes retornados tengan preferencia para conseguir plaza en los centros de mayores de la comunidad autónoma. Ésta es una de las propuestas que recoge el dictamen aprobado ayer por los tres grupos políticos tras finalizar los trabajos de la comisión dedicada al estudio de la situación de la emigración. En los últimos siete años regresaron a Galicia más de 60.000 gallegos procedentes del exterior y, según los datos de la Xunta, casi el 40 por ciento de los retornados tienen más de 55 años.

Estos emigrantes tienen ya acceso a los centros públicos para mayores en igualdad de condiciones que los demás ciudadanos de la comunidad autónoma. Si aún están residiendo en el exterior pueden solicitar plaza en Galicia a través de las embajadas. Lo que proponen los tres grupos políticos es que a partir de ahora "en la medida de lo posible la Xunta tenga en cuenta la condición de retornado en la concesión de plazas en residencias y centros de día para personas en situación de dependencia, exclusión social o emergencia social".

El BNG defiende que este colectivo "merece una atención especial" y recordó que ya se adoptó una decisión similar por parte de la Consellería de Vivenda al dar prioridad a los emigrantes en el acceso a pisos protegidos.

Durante 2007 regresaron a Galicia un total de 5.986 emigrantes, la cifra más baja de los últimos ocho años. Fue sobre todo entre 2002 y 2003 cuando más gallegos decidieron retornar a su lugar de origen procedentes sobre todo de Iberoamérica.

Desde 2005, sin embargo, se produjo un cambio de orientación en este fenómeno. Ahora la mayoría de los retornados proceden de países europeos y no de América Latina. Suiza es el país que más están abandonando los emigrantes para volver a Galicia -un tercio proceden de allí-.

En cualquier caso los emigrantes que regresan a la comunidad autónoma son "mayoritariamente jubilados o próximos a la jubilación", tal y como recoge el dictamen del Parlamento. De hecho, el colectivo más numeroso es el comprendido entre los 55 y los 65 años (1.199 retornados en 2006).

Por esta circunstancia, los tres partidos coinciden en que se necesita sobre todo favorecer la incorporación de los gallegos de la diáspora a los "recursos de tipo asistencial y sanitario" de la comunidad autónoma.

Una de las medidas que se proponen es la de instar al Estado a firmar convencidos que permitan trasladar la historia sanitaria de los emigrantes retornados para su incorporación al sistema de sanidad gallego.

En materia educativa el Parlamento reclama que se fomente la enseñanza del idioma gallego tanto en los países de origen como cuando regresen, sobre todo para los que tengan otro idioma como lengua materna.

En cuanto a los derechos políticos de los emigrantes, el dictamen de la comisión parlamentaria ha incorporado la proposición de ley que se llevará al Congreso para impulsar una reforma electoral que permita que los gallegos que residan en el exterior puedan votar en urna.