Lo que está ocurriendo con el histórico concurso para el reparto de la cuota eólica gallega tiene muchísimas similitudes con una buena partida de mus. Jugar a la chica, a las cartas con menos valor, es siempre síntoma de perdedor, y por eso las promotoras se han lanzado a presentar grandes proyectos industriales para arañar todos los puntos posibles y pasar con éxito la primera ronda. Incluso en el turno de los pares, a la hora de darse la mano con la Xunta para cederle una parte del capital de los parques, las apuestas son elevadas. La polémica participación pública fue un envite de la Consellería de Innovación, primero como opción obligada y luego voluntaria, que ponía sobre la mesa una petición de al menos el 10% de cada instalación. Las empresas no sólo han visto el juego del departamento que dirige Fernando Blanco, sino que, según reconocen, han lanzado un órdago en toda regla con propuestas que duplican la cesión de capital a las arcas públicas.

Aunque son reacias a mostrar sus cartas antes de que acabe la partida, las firmas eólicas admiten que en sus propuestas para hacerse con alguno de los 2.345 megavatios (MW) que se subastan hay hasta un 20% de cesión al Gobierno gallego en cada parque. Algunas hablan del 15%, otras directamente del doble de lo que en principio sería necesario para llevarse un plus en el baremo del concurso. Y lo han hecho las empresas "más grandes" y las "más pequeñas". "Estoy seguro de que prácticamente todas ofrecen un porcentaje más elevado", señalan fuentes conocedoras de varias de las solicitudes presentadas. "Al final, son puntos", añade el responsable de una de las promotoras que se estrena en el sector gallego.

La apuesta va todavía más allá. El compromiso de participación pública podía, según el decreto que regula el reparto, articularse mediante cualquier fórmula de compraventa. La mayoría, con el pago por parte de la Administración autónoma de su correspondiente trozo de pastel. Pues no son pocas las empresas, según las fuentes consultadas, que han preferido abrir las puertas de sus futuros parques a Innovación sin un solo euro de por medio. Gratis. "Se pierde rentabilidad, pero sigue siendo viable", apuntan desde el sector.

Y todo esto cuando todavía resuenan las críticas de la mayoría de empresas eólicas, las que ya operaban en Galicia y las que se acercaron por primera vez, contra la fórmula de participación pública. La patronal del sector se planteó un recurso contencioso-administrativo, que finalmente no llegó a presentar. También el Consello Consultivo lanzó un dictamen con críticas al decreto por considerar un "mérito determinante" la cesión de derechos.