Galicia ha ganado en el último año 10.567 nuevos habitantes, pero continúa a la cola del crecimiento poblacional en España. El Instituto Nacional de Estadística (INE) hizo público ayer el avance del padrón municipal a uno de enero de 2008, el cual revela que en la comunidad viven 2,7 millones de personas, un 0,4% más que el uno de enero de 2007, un incremento muy inferior a la media estatal, que es del 1,9%. Sólo Asturias presenta una subida tan pobre. En el extremo opuesto de la escala están las Islas Baleares, cuyo padrón engordó un 3,9%.

El balance en el caso gallego es positivo gracias a los extranjeros. Sin la inmigración, Galicia perdería población, pues el INE contabiliza la llegada de 13.680 foráneos a lo largo del pasado año, mientras que el crecimiento final del padrón fue de 10.567 nuevos vecinos. En esta autonomía, los extranjeros ya suman un colectivo de 95.122 personas y representan el 3,4% de la población, casi cuatro veces menos que la media española (11,3%).

Nada que ver todavía con las Islas Baleares, donde los inmigrantes ya suponen el 20,8% de la ciudadanía. Galicia está a la cola en la recepción de extranjeros y sólo Extremadura tiene menos porcentaje de foráneos (3,2%). En todo caso, en el último año el incremento ha sido el más importante de la década: un 16,8%. ¿Y de dónde vienen los extranjeros? Sobre todo de Portugal (18. 948), Brasil (10.512), Colombia (8.241), Rumanía (5.177), Argentina (5.113) y Marruecos (4.633).

La costa es el motor

El crecimiento del padrón gallego es desigual. La cifra es más abultada en 2008 que en 2007 gracias a las provincias de A Coruña y Pontevedra. La primera tiene 5.682 habitantes más y la segunda 5.579 más. En cambio, la provincia de Lugo sólo suma 230 vecinos más entre el uno de enero del pasado año y el uno de enero del actual ejercicio. No obstante por primera vez en esta década gana habitantes. Peor es el caso de Ourense. Es la única provincia gallega que pierde población: 924 habitantes menos. Y es una de las dos únicas provincias españolas que ve adelgazar su censo y lleva así al menos desde el año 2000. La otras es Zamora, pero sólo pierde 25 vecinos. Ourense lidera este ránking.

Una vez más, la Galicia de la costa vuelve a demostrar su dinamismo, mientras que el interior de la autonomía constata su desertización.

Pese a que la comunidad gallega es junto a Asturias la autonomía que menos población nueva suma, lo cierto es que el incremento en 10.567 vecinos es importante, pues en años anteriores el crecimiento era de la mitad. Por ejemplo, en 2007 el padrón engordó en 5.009 habitantes y en 2006, en 5.326.

La población en Galicia aumenta ininterrumpidamente desde el año 2005 gracias a un repunte de la natalidad y de la llegada de inmigrantes, que compensan los fallecimientos y la salida de gallegos a otras comunidades o al exterior en busca de mejores expectativas laborales. En 2004, la comunidad perdió habitantes, siendo el único año de esta década donde el balance registrado fue negativo. Desde el 2000, esta autonomía ganó 51.200 habitantes.

Los datos provisionales del INE también dan cuenta de la estructura demográfica de Galicia y así los mayores de 50 años suponen el 45% de la población, los gallegos en edad de jubilación representan el 21,6% y, por el contrario, sólo 16 de cada cien gallegos tienen 19 años o menos.