Galicia tiene dos años para poner a punto su red de saneamiento -es el plazo marcado por la UE- y para ello se necesitará diseñar un modelo económico que permita asumir los costes de las depuradoras y el alcantarillado. Ahora mismo hay ayuntamientos que no cuentan con depuración de aguas residuales, algunos que la tienen pero no se la cobran a los ciudadanos y otros municipios que repercuten sobre los vecinos un precio muy por debajo de lo que les cuestan estas infraestructuras. La Consellería de Medio Ambiente y la Federación Galega de Municipios (Fegamp) han empezado a negociar un sistema de tarifas homogéneo para toda Galicia que permita cubrir los costes del saneamiento. Los más afectados serán los ayuntamientos de menos de 10.000 habitantes que tendrán que duplicar las tasas de depuración que cobran en el recibo del agua.

Además, hay otro 21 por ciento de población en Galicia que no paga ni un euro por la depuración -bien porque no existe en su municipio o porque el ayuntamiento no se la cobra- y que tendrá que acostumbrarse a incluir esta tasa en su recibo del agua, ya que a partir de 2010 todos los municipios estarán obligados a tener saneamiento y cobrar para financiarlo. Los gastos de alcantarillado y depuración representan alrededor del 48 por ciento de la factura del agua.

Según un estudio presentado ayer por la Consellería de Medio Ambiente durante unas jornadas organizadas por la Fegamp, sólo 148 munincipios gallegos tienen depuradoras de aguas residuales y treinta de ellos no repercuten el coste sobre los ciudadanos.

Además de las depuradoras hay ayuntamientos que cuentan con otros sistemas de tratamiento de aguas residuales, pero en Galicia sólo el 60 por ciento cobra una tasa a sus vecinos por este concepto.

El problema más grave está en los municipios más pequeños donde hay un mayor desfase entre lo que cuesta el saneamiento y las tarifas que se trasladan a los ciudadanos. El tratamiento de las aguas residuales en ayuntamientos con menos de 5.000 habitantes cuesta 0,23 euros el metro cúbico, pero a los vecinos se les cobra 0,12. Lo mismo ocurre con los núcleos de entre 5.000 y 10.000 habitantes: el coste de la depuración es de 0,2 euros el metro cúbico pero la tasa que se repercute es de 0,13.

En general, todos los municipios son deficitarios, salvo los que tienen entre 10.000 y 50.000 habitantes que cobran tasas equilibradas a sus costes.