Marian Pereiro y sus tres hermanos tienen esperanzas de que el crimen contra su padre, un industrial cafetero ourensano y máximo responsable de la Gran Logia Masónica de Venezuela, se resuelva. Mientras, insiste en aclarar que su progenitor no fue atado a ningún árbol, como afirman algunos periódicos, y que no tenía enemigos.

- ¿Cómo van las investigaciones del caso de su padre?

- Aún estamos en ello. Aún no hay ningún detenido en el caso de mi padre. El cuerpo de investigaciones policiales ya hizo parte de la investigación y ahora el caso ha pasado ya al Ministerio de Justicia y el fiscal que lleva el caso está avanzando y esperando a que se hagan las primeras detenciones. Cobra fuerza la hipótesis de que hay algún empleado involucrado en el caso, pero yo no puedo dar fe de ello hasta que el caso sea resuelto. Hasta entonces no sabremos qué pasó.

- ¿Tenía su padre algún enemigo?

- Hasta el momento, que sepamos nosotros, mi padre no tenía ningún enemigo, que nosotros conozcamos. Por eso esperamos que la policía venezolana nos resuelva el caso.

- El presidente de la Asociación de Empresarios Gallegos en Venezuela, Cándido Rodríguez, decía que la policía española debería ayudar a la venezolana. ¿Lo cree necesario?

- La policía nos está ayudando bastante. La justicia dará con los criminales. Hasta el momento, considero que ellos nos están ayudando. El proceso ha sido algo lento, pero hay que tener en cuenta que el nivel de inseguridad que tenemos en el país es muy alto y hay muchos casos y todos no se pueden resolver al mismo tiempo. Y hay que tener un poco de paciencia para ir resolviéndolos. A cada caso le llegará su turno para resolverlo. Nosotros nos desesperamos. Mi familia se desespera. Mi hermana y mi madre que están aquí y mis dos hermanos que están en España se angustian, pero yo creo que tenemos que tener calma y convencernos de que la justicia nos va a ayudar y va a resolver el caso de mi padre.

- La situación, ¿les preocupa? ¿Les inspira temor? ¿Tienen intenciones de volver por culpa de esto?

- Atemorizados no sé, pero desde luego no estamos tranquilos porque la inseguridad está latente y vivimos de cerca un asesinato y quieras o no hay incertidumbre porque fue muy cerca. Pero de momento lo que queremos es que se resuelva el caso para tomar luego decisiones. Lo primero es que solucionen el caso y dejar el nombre de mi padre en alto, ya que hemos escuchado comentarios que no son. Sencillamente mi padre subió a la finca, como dijo mi tía María Dolores, a preparar las cosas para que fuera la familia y a hacer negociaciones porque había vendido la finca a largo plazo a un empleado.

- Pero la comunidad gallega está preocupada...

- Sí, los empresarios gallegos están un poquito preocupados por la situación de inseguridad que tenemos en el país.

- ¿Algún gallego conocido ha decidido regresar a Galicia a causa de esta situación?

- Sí, tengo bastantes amigos y conocidos que han regresado y muchos que a raíz de lo ocurrido que han agarrado sus maletas y se han regresado. Pero claro, como decía mi padre, que llevaba aquí 50 años, es toda una vida hecha aquí; es prácticamente como emigrar de nuevo, es ir a un país y empezar de nuevo y no es fácil.

- ¿Qué tal está llevando su labor la policía?

- La policía nos está ayudando bastante. La justicia dará con los criminales. El proceso ha sido algo lento, pero hay que tener en cuenta que el nivel de inseguridad que tenemos en el país es muy alto y hay muchos casos y todos no se pueden resolver al mismo tiempo y hay que tener un poco de paciencia.

- Ciertas noticias dicen que podría estar relacionado con un intento de secuestro.

- Según lo que tenemos entendido de lo investigado, aparentemente, no hubo nada de secuestro. Queremos que la fiscalía termine de aclararnos cuál fue el por qué de que lo ajusticiaran porque él no tenía enemigos ni deudas.

- En algún periódico se afirmaba que lo habían atado a un árbol. ¿Es cierto?

- Falso. No lo ataron. Como también es falso que no hubiera vuelto a Ourense en varios años. Lo hizo hace varios meses. Respecto a lo otro, le dispararon. Y sí es cierto que era el máximo exponente de la masonería en Venezuela.

- ¿Eso puede tener que ver con el delito?

- Mi opinión personal es que no.