Son los dos únicos partidos nacionalistas que en las pasadas elecciones no salieron mal parados. A diferencia del resto de fuerzas, BNG y Convergència i Unió (CiU) aguantaron su representación. Tres meses después, sus respectivos líderes, Anxo Quintana y Artur Mas, analizaron el panorama abierto después del 9-M en España, para recordar a los socialistas que están en minoría y que tropiezan en la misma piedra que el PP "al demonizar el diálogo" con sus grupos. Críticas también contra el Ejecutivo de Zapatero por "invadir" competencias de las comunidades, con los correspondientes "problemas" para sacar leyes y para, al igual que los concellos, solventar sus deudas.

La "ensoñación" en la que vive el PSOE dentro de Moncloa deja a Quintana "perplejo". "No es capaz de leer en su auténtica dimensión el resultado de las elecciones", asegura. Un partido que gobierna, según el también vicepresidente gallego, debe aspirar a obtenerla para tener estabilidad. "Creemos que el PSOE se está equivocando en su estrategia", avisa el Bloque, que echa en cara a los socialistas que hagan "propia" la política del PP de "demonizar" las relaciones con los partidos nacionalistas. Tanto el dirigente gallego como el catalán están dispuestos a colaborar con el Gobierno central para salir cuanto antes de la crisis económica.

Para Mas, el Ejecutivo socialista ha sido "incapaz" de "tocar con los pies en el suelo". "En los próximos meses se va a hablar mucho de economía", continúa. "No es sólo un resfriado -reprocha-. Hay síntoma de fiebre".

Financiación

Ambas coaliciones coinciden también en criticar la "invasión" de competencias por parte del Gobierno central. Quintana y Mas no están en contra de abordar conjuntamente el debate de la financiación autonómica y la local, siempre con una agenda para cada una y "sin mezclar peras con manzanas". "No puede servir de coartada para no abordar con profundidad la financiación autonómica", advierte Quintana, que recuerda que mientras el Estado obtiene superávit, los ayuntamientos tienen una "deficiente participación" en la financiación. Mas reprocha al Gobierno que "quiera quedarse las leyes y el talonario" y que deje "los problemas y las deudas" a los municipios y una gran incapacidad para legislar a las comunidades.