José Antonio Aldrey, profesor de Geografía en la Universidad de Santiago, alerta de que los Gobiernos no están preparados para el escenario demográfico demográfico previsto para dentro de diez años.

- Galicia tendrá casi un 40% menos de veinteañeros. ¿Debemos preocuparnos?

No. Esta evolución de las poblaciones es un fenómeno de nuestro tiempo. Pasó antes en otras sociedades. Imperan formas de vida diferentes. Hay que desterrar también la idea de que es una hecatombe que se vacíe el rural.

- Sorprende su discurso, pues en Galicia la baja natalidad y la desertización del rural se viven como un drama ...

Sé que mi postura puede resultar polémica. Pienso que la postura contraria a la mía se basa en la defensa de cierto simbolismo del pasado, pero este pasado ya no existe. Ya no existen los modos de vida del rural. La gente vive mejor en la ciudad que en el campo. Prefiere trabajar de asalariado en la urbe y no en el rural, donde hay que dar de comer a las vacas todos los días, incluidos los fines de semana y en verano ... Y las nuevas generaciones tienen menos hijos y tardan en ser padres porque existe mayor precariedad laboral, pero también porque tienen más control sobre sus vidas y deciden cuándo y cuántos.

- La predicción es que cada vez haya más jubilados y menos población activa. ¿No debería ser motivo de reflexión?

Los fenómenos que usted describe son consustanciales a la evolución biológica y al éxito de la propia sociedad. Aumenta la esperanza de vida y cada vez tenemos menos hijos, pero esto se puede compensar dando más facilidades a la entrada de la emigración.

- Si necesitamos la inmigración tal como usted dice, ¿no le preocupan las políticas de freno a la inmigración que lanzan un mensaje negativo sobre este fenómeno?

Hace diez años el futuro de las pensiones estaba en peligro. Si este problema ha desaparecido, hemos de saber que fue gracias a la llegada masiva de inmigrantes, entre medio millón y setecientos mil al año. Si ahora hay un problema de servicios sociales, no debemos echar la culpa a los inmigrantes, sino pedir a las administraciones que redistribuyan mejor.

- ¿Los Gobiernos tienen en cuenta las predicciones demográficas y se están preparando para lo que va a pasar dentro de diez años?

Tajantemente no. Las administraciones se ven continuamente desbordadas porque no manejan proyecciones demográficas. Van tapando baches, pero sin tener una previsión real de cómo van a suceder las cosas.