X. A. Taboada / Santiago

La petición de los obispos gallegos de paralizar la implantación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía y alentar a los padres a que recurran al objeción de conciencia ha encontrado una fuerte contestación en el bipartito y en el PSOE. El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, no quiso abrir un "conflicto" con los prelados, pero les envió un mensaje claro, que es el de que la ley debe ser cumplida por todos y que Educación para la Ciudadanía forma parte de la legislación española, al estar encuadrada en la Ley Orgánica de Educación. El vicepresidente, Anxo Quintana, habló de una "equivocación" de los obispos y el portavoz del grupo parlamentario socialista, Ismael Rego, fue directo en sus reproches al acusar a la jerarquía eclesiástica de mantener una actitud "rancia y caduca".

Educación para la Ciudadanía comenzará a impartirse en Galicia el próximo curso, en segundo de ESO, y los cinco prelados gallegos, con este motivo, firmaron una carta en la que demandan que se frene la implantación de esta materia, bajo el argumento de que los padres tienen el derecho de elegir la formación moral de sus hijos. Con esta premisa, los obispos sugieren a los padres que objeten para que así sus hijos queden liberados de asistir a esta asignatura.

"Las leyes están para ser cumplidas por todo el mundo", fue la respuesta de Touriño a los obispos. "En un Estado de Derecho, a un presidente democrático le corresponde exhortar a que se cumplan las leyes y esta asignatura está contemplada en la legislatura vigente, además de formar parte de una recomendación de la UE", comentó el presidente al terminar el Consello de la Xunta.

Touriño añadió que no iba a dar recomendaciones a nadie, aunque apeló a la "concordia" para respetar la legislación porque, destacó, "ésta es la primera norma de convivencia en toda sociedad democrática". En todo caso, no quiso opinar sobre un supuesto cambio en la actitud de la Iglesia gallega y en el endurecimiento de sus posturas.

En muy parecidos términos se manifestó Anxo Quintana, que si bien respeta el derecho de los obispos a opinar, considera que intentar "boicotear" Educación para la Ciudadanía es un "paso marcado por la equivocación". Agregó que en un Estado democrático las leyes son el fruto de la acción política de quienes fueron elegidos par hacerla.

Más duro fue Ismael Rego, quien expresó su "sorpresa" por la nota de las obispos y porque ésta fuera firmado por consenso de los cinco prelados. "Es muy preocupante que la Iglesia Católica y sus representantes tomen este tipo de posicionamientos tan retrógrados que no aportan nada al futuro de la humanidad ni tampoco al futuro de la Iglesia", dijo el diputado socialista.

En un tono mucho más comedido se manifestó el presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo. El líder popular reivindicó el derecho de los prelados a opinar, pero evitó aclarar, en todo caso, si él es partidario de que los padres recurran a la objeción de conciencia para liberar a sus hijos de Educación para la Ciudadanía. Tras mostrarse a favor de las materias de filosofía, historia, gallego y español, concluyó que no es partidario de Educación para la Ciudadanía.

"Ésa es mi opinión, los obispos tendrán la suya", declaró el presidente del PPdeG.