El refuerzo de los controles de Tráfico en las principales rutas por carretera entre Galicia y Portugal ya ha dado sus primeros resultados. El pasado viernes la Guardia Civil activó un dispositivo especial de control en todos los pasos fronterizos para velar por la seguridad de los conductores que cada semana se desplazan a Galicia por motivos laborales. En sólo dos días -el viernes para controlar las rutas de salida y ayer por la mañana, por los desplazamientos masivos de portugueses hacia sus lugares de trabajo- los agentes sancionaron a entre 40 y 50 conductores lusos por exceso de velocidad.

La mayoría de estos desplazamientos era por motivos laborales. Así lo corroboran los datos ya que una docena de los vehículos que interceptó la Guardia Civil eran furgonetas en las que viajaban varios operarios lusos con trabajos en Galicia o en comunidades limítrofes. Xunta y Delegación del Gobierno acordaron la semana pasada activar controles especiales de Tráfico en las rutas más frecuentadas por los trabajadores portugueses en respuesta al elevado número de siniestros en los que se ven implicados estos conductores. Las alarmas se encendieron hace dos fines de semana, cuando en menos de 72 horas cuatro obreros de la construcción de nacionalidad portuguesa murieron en dos accidentes de tráfico ocurridos en la provincia de Lugo.

Con todo, el teniente coronel José Luis Ulla, responsable de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia, matiza que esta campaña de controles no se centra sólo en los vehículos extranjeros sino que pretende sancionar cualquier tipo de comportamiento temerario al volante en estas rutas fronterizas.

Además del medio centenar de portugueses multados entre el viernes y el lunes, también se sancionó a una treintena de conductores españoles por pisar más de lo debido el acelerador, un comportamiento que vincula a los desplazamientos de fin de semana y a los intentos de algunos por "arañar horas de ocio" a los viernes por la tarde y retrasar los lunes la reincorporación laboral.

A estos dos grupos de conductores, hay que añadir también una cifra importante de ciudadanos portugueses sorprendidos a velocidades excesivas saliendo o entrando de la comunidad por razones de ocio. José Luis Ulla subraya que en estos casos mucha gente tiene la sensación de "que se va a librar" por el hecho de ser extranjero y destaca por ello la importancia del refuerzo de los controles. "El objetivo es calmar el tráfico en estas rutas y que no pisen tanto el acelerador, sean de una u otra nacionalidad", explica.

Tras este primer fin de semana, el refuerzo de la vigilancia en los principales pasos fronterizos se mantendrá durante todo el mes de junio los viernes y los lunes, ya que son los dos días que concentran el mayor número de desplazamientos en ambas direcciones. No obstante, Ulla no descarta que la medida se prolongue durante el verano, una decisión que discutirán esta semana con los inspectores de la Consellería de Traballo en una reunión para contrastar si las principales rutas que utilizan los portugueses se corresponden con los datos que facilita el Gobierno luso sobre los desplazamientos de trabajadores a la comunidad.

La atención de los agentes, entre 100 y 150 guardias civiles, se centrará sobre todo en dos puntos: el puente internacional de Tui y la A-52, principal ruta de entrada hacia Ourense y Madrid.