Redacción/Agencias / VIGO/bilbao

Los secuestradores del Playa de Bakio exprimieron al máximo su estancia a bordo del atunero vasco. Además de cobrar el rescate, las milicias somalíes robaron todos los objetos de valor que había en el barco, desde equipos y material tecnológico hasta las pertenencias personales de los marineros, como los teléfonos móviles. "Lo dejaron sin nada, se lo llevaron todo, pero eso ya no importa", confirmó ayer María Silva, madre del engrasador del pesquero, Jesús Albar, después de hablar con su hijo. El hurto de equipos informáticos no impide la navegación del pesquero, que ahora se dirige hacia el archipiélago de las Seychelles.

José María Arana, padre del marinero guipuzcoano del Playa de Bakio Mikel Arana, relató ayer después de hablar con su hijo que había "dos tipos de secuestradores" a bordo del pesquero, unos "armados hasta los dientes" y otros que no tenían armas y que "convivían" con la tripulación. "Estos últimos eran los que más les molestaban, ya que intentaban robarles, entraban en los camarotes y deshacían las camas buscando cosas", explicó Arana.

Éste apuntó que Mikel pudo esconder algunas pertenencias como la documentación y el teléfono móvil en la "sala de máquinas", pero que a otros compañeros al parecer sí consiguieron sustraerles algunos objetos.

También los marineros gallegos fueron víctimas de hurtos. En este sentido, Daniel Fernández, hijo del contramaestre baionés Ángel Fernández, relató que los secuestradores "se llevaron lo de más valor" en el barco, especialmente aparatos electrónicos, e incluso cortaron la línea telefónica, por lo que "las comunicaciones están dañadas". Aún así, los marineros pudieron establecer comunicación con sus familias través de teléfonos inalámbricos.

EE UU facilitó información sobre los piratas y el barco

Estados Unidos contribuyó a la liberación de los 26 tripulantes del Playa de Bakio aportando al Gobierno español información sobre los movimientos del buque y de los piratas que mantenían retenidos a los pescadores, según informaron ayer fuentes diplomáticas El Ejército estadounidense también ofreció aprovisionamiento a los medios aéreos y marítimos que España desplegó como parte de la operación para liberar a los pescadores. La aportación del Gobierno de Somalia, un país fragmentado y sin apenas base institucional, también tuvo un papel decisivo para lograr contactar con los intermediarios de los piratas. En esta tarea de interlocución, estuvo al frente el embajador español en Kenia, Nicolás Martín Cinto, que se desplazó a Mogadiscio, la capital somalí, como ya hiciera con el secuestro de las dos cooperantes de Médicos sin Fronteras a finales del pasado mes de diciembre.