Es "inexcusable", "imprescindible" y "determinante" que la financiación autonómica se negocie de manera multilateral entre todas las comunidades autónomas y la Administración central. Así de tajante fue ayer el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, en respuesta a los intentos de algunas autonomías como Cataluña que pretenden abordar su modelo económico directamente con el Estado, en una reunión a dos bandas. A este planteamiento se sumó el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, quien se mostró partidario el pasado miércoles de que Galicia, al igual que los catalanes, debata su financiación en una comisión bilateral con el Gobierno central.

Touriño, sin embargo, le advirtió que el marco para negociar el modelo económico de las autonomías es el Consejo de Política Fiscal, en el que participan todas las comunidades y que preside el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes. El presidente de la Xunta, remarcó además, que es el conselleiro de Economía, José Ramón Fernández Antonio, quien ostenta el "papel decisivo" en la mesa de negociación.

De esta manera respondía Touriño al ser preguntado sobre su opinión en relación a la propuesta de Quintana de reformar el reglamento de la comisión bilateral de cooperación entre Galicia y el Estado. Los trabajos en este órgano son competencia de la Vicepresidencia de la Xunta y se centran en negociar nuevos traspasos para la comunidad gallega. Quintana, sin embargo, quiere que en este foro también se haga seguimiento de las infraestructuras del Estado en Galicia y se aborde el futuro modelo de financiación.

Aunque Touriño reconoció que esta reforma estaba en la "hoja de ruta" del Gobierno, insistió en que a Galicia "le conviene" negociar su modelo económico en un "foro multilateral" y que, aparte, pueden existir otros contactos bilaterales con el Estado, de los que puso como ejemplo sus reuniones con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "Eso es bilateralismo puro", definió.

Así, en relación a la negociación de la financiación autonómica el presidente de la Xunta advirtió que "no es bueno buscar asimilaciones probablemente erróneas" con otras comunidades. "En Cataluña aumentó de manera exponencial la población y por eso quieren que esto se tenga en cuenta", explicó el presidente de la Xunta. "Pero el problema catalán no es el nuestro", añadió.

Según explicó, Galicia tiene "otras necesidades de gasto" que comparte con otras autonomías. Por este motivo, la Xunta ha iniciado contactos con Asturias, Castilla y León y Extremadura para fijar una posición común frente a otros territorios más ricos como Cataluña o Valencia.

El conselleiro de Economía prepara ya la primera reunión del Consejo de Política Fiscal que se celebrará en mayo. Uno de los objetivos que defenderá es que en el reparto de financiación se tenga en cuenta el mayor gasto que supone para la sanidad gallega el envejecimiento poblacional. Así en dos años se incrementó en 37.000 el número de tarjetas sanitarias de población mayor de 84 años y el coste de la atención médica sube de "uno a cuatro" con mayores de 82 años.