El capitán del Playa de Bakio, Antonio Rodríguez Lois, pudo realizar ayer la segunda llamada a su familia. Si el martes llamó a sus hijas, ayer telefoneó a sus padres. "Fue una alegría muy grande y ahora estamos un poco más tranquilos", afirmó ayer la madre del marino, Divina Lois. La llamada se produjo poco antes de las 10:00 horas y apenas duró un minuto. "Lo primero que nos dijo es que se encontraba bien y que no nos preocupásemos por él", añadió la mujer. La llamada telefónica sirvió para tranquilizar a sus padres, que admiten que siguen "en ascuas y con una gran incertidumbre para ver cómo acaban las negociaciones y si los liberan". Pero ésta no fue la única llamada que recibieron los padres de Antonio Rodríguez. Una hora antes, la compañía armadora les llamó para asegurarles que "las negociaciones con los secuestradores van por el buen camino".