El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha encargado al representante permanente de España ante Naciones Unidas que convoque a los países afectados por el "incremento exponencial" de la piratería para establecer un mecanismo de control internacional que garantice la seguridad de los pescadores que faenan en aguas del Océano Índico. El dispositivo tendría una misión de vigilancia y control de las zonas marítimas más peligrosas y, en principio, su función sería disuasoria ante quienes amenazan la seguridad y libertad de la circulación marítima.

Así lo anunció ayer el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que explicó que "no se trata sólo de enviar una fragata sino de tener un dispositivo colectivo que permita verdaderamente controlar la piratería".

Para conseguir este "potente y eficaz sistema colectivo de seguridad" el Gobierno español se ha puesto en contacto con las autoridades de países afectados por este problema como Francia o Estados Unidos, además de otros estados europeos y africanos.

El objetivo de estas conversaciones será adoptar, por un lado, una resolución contra los actos de piratería en el Consejo de Seguridad de la ONU y, por otra, definir de manera más concreta una línea de actuación ante futuros ataques piratas.

La propuesta española será que el dispositivo que se constituya a nivel internacional incluya mecanismos de cooperación entre Estados para perseguir y extraditar a las personas que incurran en actos de piratería.

Por su parte, la parlamentaria socialista, Rosa Miguélez, aseguró ayer que la Comisión Europea y los Veintisiete le han confirmado su compromiso de desarrollar cuanto antes un mecanismo de ayuda mutua contra los ataques piratas. "El problema requiere de un enfoque coordinado", afirmó el comisario de Pesca, Joe Borg, en respuesta a una pregunta de Miguélez en la Eurocámara.

La Asociación de Titulados Náutico-Pesqueros (Aetinape) calificó de "positiva " la decisión del Gobierno español de reclamar un mecanismo de control internacional de la piratería, aunque también criticó el "escaso interés" de la UE hasta el momento por combatir este problema.