La Oficina de Marítima Internacional (OMI) lleva años recomendando a los barcos pesqueros y mercantes que eviten navegar a menos de 200 millas de la zona exclusiva somalí. Sin embargo, esta advertencia no es tenida en cuenta por una gran mayoría de capitanes, sobre todo de pesqueros.

Los piratas somalíes utilizan embarcaciones muy rudimentarias, muchas de ellas son lanchas auxiliares arrebatadas a los buques asaltados. De lo que hacen gala es de utilizar armas pesadas de guerra que adquieren en mercados negros de los países satélites de la antigua Unión Soviética, árabes y asiáticos.

En el ataque al atunero vasco Playa de Bakio, los piratas utilizaron un lanzagranadas para obligar al buque de detenerse. Tras el impacto de un proyectil en el puente, el barco fue abordado por una pequeña lancha con un número indeterminados de hombres armados (en un principio se calculó que eran cuatro, pero la últimas informaciones apuntan a que podrían alcanzar la decena).

En el pasado año, el número de abordajes y ataques de piratas en la zona se incrementó un 14% con respecto a 2006. Desde el año 2005, las costas somalíes tomaron el relevo a las malayas como las más peligrosas del mundo. Ese año comenzaron a producirse ataques masivos a barcos con ayuda humanitaria de la ONU con destino a Somalía.

Los asaltantes han perdido el respeto a salir de las aguas territoriales de su país. En noviembre de 2005, por ejemplo, el crucero de lujo Searborn Spirit, de 10.000 toneladas, sufrió un ataque a 86 millas de la costa. La tripulación actuó de inmediato y recluyó a los pasajeros en compartimientos interiores sin posibilidad de comunicarse con el exterior para evitar daños.

Este crucero, que como el caso del Playa de Bakio, recibió el impacto de una granada que atravesó el camarote de unos turistas, pero logró escaparse del asalto. Para ello puso sus motores a pleno rendimiento para alcanzar la máxima velocidad, además utilizó su "arma sónica". Este es un artilugio que consiste en un potente altavoz direccional que aturde a los asaltantes e incluso pueden llegarle a provocar la sordera.

La pregunta de los expertos de la OMI era: ¿cómo pueden embarcaciones frágiles alejarse casi 100 millas de la costa?

La única respuesta es que utilizan barcos camuflados como mercantes o pesqueros, desde donde parten las pequeñas embarcaciones que realizan el asalto. Esta organización estima que en la actualidad navegan por esas aguas una media docena de buques nodriza.

El temor de estos barcos es la aparición de la flota permanente de la OTAN con base en Yubuti, en la que participaron efectivos de la Armada Española.

La más sonada de un buque español en la zona -aunque en este caso no se trataba de un buque pirata somalí- fue el asalto del buque So-San, sospechoso de tráfico de armas. Para apoyar la actuación de los miembros del grupo de operaciones especiales desde un helicóptero se utilizaron tiradores de élite que abrieron fuego sobre los cables de tendido de la cubierta del barco para permitir la aproximación de la aeronave y el descenso en rapel sobre la cubierta. "Ésta es la forma en la que se asaltan los barcos piratas", señala un especialista en el tema.

Para los expertos, el problema de que un barco sea atrapado por estos corsarios del siglo XXI no sólo es económico, sino también humano. El fin último del secuestro de las tripulaciones -como en el caso del Playa de Bakio- es la solicitud de un rescate. Así, el pasado 4 de noviembre, fueron liberados los 24 marineros de dos mercantes surcoreanos apresados seis meses antes, previo pago por parte de Corea del Sur de 700.000 euros.

En algunos casos, los piratas no son tan pacientes. Se desesperan y se aburren de esperar. Tienen la sensación de que los Estados bajo cuya bandera navegan los barcos -o las navieras propietarias- les han abandonado y entonces sus vidas no valen nada. Muchos de los tripulantes de las pesqueros o mercantes proceden de países muy pobres y sus gobiernos deciden no pagar, incluso pasando por alto la suerte que pueden correr estas personas.

Los expertos se preguntan cuál puede ser ahora el papel que va a desempeñar la fragata Méndez Núñez, una vez que los piratas lograron alcanzar las aguas internacionales de su país y fondear el atunero vasco en una playa próxima a su base.