Una red compuesta por 173 estaciones de muestreo permitirá hacer un seguimiento en Galicia de los efectos del cambio climático. "Se trata de tomar el pulso y la temperatura a la comunidad gallega", explicó el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez. Estos medidores se instalarán en los ríos, en el litoral y en los bosques y analizarán un total de 60 variables relacionadas con la meteorología, las propiedades fisicoquímicas del agua y de los sedimentos, el plancton o las macroalgas. Un equipo de 12 investigadores y 18 técnicos se encargarán de recoger las muestras y analizarlas.

El objetivo de esta Red de Observación Ambiental, pionera en España, es realizar un seguimiento de los ecosistemas y estudiar las perturbaciones de origen natural o humana que se produzcan. De esta manera los científicos contarán con una infraestructura que les permitirá evaluar el impacto del cambio climático y diseñar medidas concretas para atajarlo.

Hasta ahora las instalaciones de muestreo de las que disponía la Consellería de Medio Ambiente servían para medir básicamente la contaminación en ríos o la calidad del aire. La Xunta se aprovechará de las estaciones existentes, las completará para que puedan medir otras variables e instalará equipos nuevos en otros puntos donde no los había.

Dentro de este nuevo sistema de vigilancia medioambiental habrá una red principal, compuesta por 24 medidores, que estarán sujetos a un control continuo, de al menos una vez al mes, y una red secundaria, con 149 sensores, que permitirán realizar un seguimiento a largo plazo.

Estas estaciones permitirán determinar incluso la presencia de especies invasoras en los ecosistemas gallegos que pongan en riesgo variedades autóctonas. Algunos de los datos que recojan estos medidores estarán automatizados y serán recibidos instantáneamente por los técnicos, mientras que otras muestras necesitarán ser recogidas de forma manual.

Para vigilar los ecosistemas terrestres se instalarán 108 estaciones de muestreo situadas en sitios estratégicos como pinares, eucaliptales o robledos. Se analizarán variables como la pluviometría y la composición química de las aguas, se medirá la temperatura y la humedad del suelo, su densidad y su textura y se delimitarán parcelas en las que se analizará la presencia de aves, anfibios, invertebrados y la estructura de la vegetación.

En los ríos se instalarán unos 29 equipos en la cuenca del Río Umia, en el Navia, en el Río Sor, en el embalse de Portodemouros y en la Lagoa de Vixán, situada en el Parque Natural de Corrubedo. En el litoral se colocarán otros 36 puntos de muestreo.

La creación de esta red de observación del medio ambiente costará 1,2 millones de euros al año y permitirá recoger anualmente un total de 4.400 muestras sobre el estado de los ecosistemas terrestres, marinos y de los ríos.