Aunque los problemas de la justicia gallega son comunes a las cuatro provincias, los juzgados de A Coruña y Pontevedra son responsables del 78,3% de los asuntos pendientes de toda Galicia ya que son también los que tienen una mayor actividad judicial. Concretamente, los juzgados coruñeses acabaron 2007 con 51.982 casos sin resolver, los de Pontevedra con 44.084, los de Lugo con 12.975 y los de Ourense con 13.656.

Esta elevada bolsa de asuntos pendientes es la causa principal de la mala posición que ocupa Galicia cuando se comparan sus tasas de pendencia y congestión con las de otras comunidades, algo que no se puede achacar ni a la labor de los jueces y magistrados gallegos ni tampoco a una carga de trabajo excesiva.

Así, según el informe del Consejo General del Poder Judicial el nivel de resolución de asuntos en la comunidad gallega está en la media española en todos los órdenes salvo en lo contencioso, y la tasa de sentencias emitidas se sitúa incluso por encima en las cuatro jurisdicciones.

Tampoco los datos de litigiosidad de la comunidad son especialmente altos, con una entrada de 154 asuntos por cada 1.000 habitantes muy inferior a la media española (185).

El único parámetro en el que la justicia gallega suspende cada año es el atraso acumulado por sus órganos, una bolsa que actúa como lastre y le impide dejar de ocupar los primeros puestos en el ranking de comunidades con la justicia más lenta, congestionada y colapsada.

Más medios y personal para mejorar el trabajo

Aunque la mayor parte de los profesionales implicados en el funcionamiento de la justicia coinciden en que la principal solución para reducir la cifra de asuntos pendientes pasa por reforzar la plantilla de los juzgados, no todas las carencias se concentran sobre el personal. La justicia gallega tiene otros puntos débiles, como son la escasez de medios materiales, la insuficiencia de órganos especializados en materias como la violencia de género, un sistema de archivo que abusa en exceso de la documentación en papel o la inexistencia de una red informática que facilite la coordinación y mejore el acceso a la información.

Las carencias de la justicia en Galicia son muchas hasta el punto de que a los propios jueces les cuesta ponerse de acuerdo sobre cuáles son las prioridades. Una reciente encuesta realizada por el Poder Judicial a magistrados de todo el país revela que los jueces que trabajan en Galicia demandan mayoritariamente más personal en sus juzgados, pero el porcentaje de los que piden más medios materiales y, sobre todo, técnicos destaca con diferencia por encima del resto de comunidades.