Tras el Fondo de Suficiencia, la mayor entrada de recursos para Galicia con el modelo de financiación autonómica es el Impuesto sobre el Valor Añadido, el popular IVA, que carga casi todo lo que podamos imaginar que tenga que ver con el consumo. En 2005 representó el 17,5% de los ingresos que la comunidad recibió desde el Gobierno central, unos 1.137,82 millones de euros. La tasa supone en Galicia la mitad que para la caja de Madrid, con más de 3.080 millones obtenidos, el 27,1% de toda su financiación.

En Baleares, el IVA proporciona el 49,4% de los ingresos; más de un 20% en Valencia y Cataluña, y cerca de ese volumen, en Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria y Murcia.

La siguiente partida en la distribución por fuentes de ingresos en Galicia es el tramo autonómico del IRPF o Impuesto sobre la Renta, que alcanzó los 538 millones de euros, un 14,7% del total. En Madrid rozó el 41%, y en otras de las comunidades consideradas tradicionalmente más ricas, oscila entre el 50% de Baleares, el 27% de Madrid o el 23,6% y el 22,4% de Cataluña y Comunidad Valenciana, respectivamente.

Un 8,3% de los fondos que recibe la Xunta por la financiación autonómica lo aportan los tributos y tasas cedidas. ¿Cuáles son? El impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos, Sucesiones y Donaciones, las tasas que se aplican en el juego y el del Patrimonio. En total, 538 millones de euros. Están entre los impuestos considerados cíclicos -junto al de la matriculación de vehículos usados, que aportó 77,48 millones de euros en 2005, el 1,2% de los ingresos- por su gran dependencia del ritmo de la construcción y la venta de coches, ambas actividades ahora en clara recesión.

Por el Impuesto de Hidrocarburos y el que carga la Venta Minorista también de determinados combustibles, Galicia recaudó casi 333 millones de euros, lo que supone un 5,2% de la entrada a los presupuestos vía financiación autonómica. Los impuestos del alcohol representan un 0,3%, un 0,1% en el caso de la cerveza y 1,8% el de las Labores del Tabaco.