La sedienta Cataluña se abastecería durante un mes con el agua que Galicia pierde cada año. Las averías en la red de distribución de la comunidad gallega provocan el desperdicio de más agua de la que consumen ciudades como A Coruña o Vigo. De los 282 millones de metros cúbicos distribuidos en Galicia en 2005 -año del que datan los últimos informes del INE sobre el consumo de agua en España-, más de 47 no llegaron a los hogares gallegos por roturas, averías o errores de medida. En 2007, los coruñeses gastaron 34,6 millones de metros cúbicos de agua y los vigueses 32,6, unas cantidades que suponen el 70% del volumen de agua perdida en la comunidad en un año.

Pese a las obras cometidas para mejorar la red de abastecimiento, la cantidad de agua desperdiciada en Galicia aumentó un 4,6% en la última década; lo que la sitúa como la tercera autonomía -sólo por detrás de Extremadura (6%) y La Rioja (4,9%)-, con el peor balance en el periodo 1996-2005. Por el contrario, las mejoras en las infraestructuras de la red española permitieron reducir en la última década las pérdidas de agua por fugas en más de un 2%. En el extremo opuesto, se sitúan País Vasco, Murcia, Asturias y Aragón que lograron reducir entre un 16% y un 10% el volumen de agua perdida en la distribución.

El alto porcentaje de agua extraviada se debe a la antigüedad de las construcciones y a la elevada presión en la red, que provocan roturas parciales difíciles de localizar. Las fugas suponen alrededor del 70% del agua desperdiciada. Pero no sólo son las fugas las que contabilizan como pérdida -que es la diferencia entre la cantidad de agua suministrada y el volumen que aparece recogida en los contadores-. El consumo clandestino supone el 30% restante.

Por las averías y el consumo clandestino se desperdician anualmente cerca de 900 millones de metros cúbicos en España, un caudal similar al trasvase del Ebro y que supone el 17,8% del agua que se consume en el país, según los últimos datos del INE.

La red hídrica gallega extravía menos que la media española. El 16,8% de agua desperdiciada en Galicia contrasta con el 41,2% de las ciudades de Ceuta y Melilla o el 24,2% de Valencia, el 24,09% de Aragón y el 22,6% de Extremadura. En total, diez comunidades pierden más agua que Galicia por fugas en las cañerías. Por el contrario, las redes más eficientes son las de Asturias, Murcia, País Vasco y Madrid, con menos de un 13% de pérdidas del volumen de agua.

En el caso de las grandes ciudades gallegas -salvo el caso de Ferrol, que no facilitó datos sobre el consumo de agua-, A Coruña y Vigo, gestionadas por Emalcsa y Aqualia, respectivamente, son las tienen un mayor control en la red de distribución, ya que pierden menos del 11% por averías o consumo clandestino. Los niveles de fugas de agua en las ciudades de Santiago, Ferrol y Pontevedra se sitúan entre cuatro y cinco puntos por encima de los registrados en A Coruña y Vigo (15% en Ourense y Santiago y 16% en Pontevedra). De las grandes ciudades gallegas -sin tener en cuenta a Ferrol-, Lugo es la que registra el peor balance, con un 20% de pérdidas.