Casi todo el mundo sabe hoy lo que son los cuidados paliativos. La polémica de las sedaciones en el Hospital Severo Ochoa de Madrid tuvo mucho que ver, para desgracia del colectivo médico. Lo dice Francisco Barón y también muchos expertos en bioética de España. En la calle hay confusión sobre estos tratamientos, una atención que ya no es sólo médica, también psicológica, incluso espiritual, para acabar dignamente los últimos días de una vida. "El tema de la sedación no se conoce bien. La gente tiene una información equivocada", apunta el coordinador del Plan Galego de Coidados Paliativos, oncólogo en el Hospital Clínico Universitario de Santiago.

Tanta alarma se creó en la sociedad, que los médicos gallegos que habitualmente tienen en sus manos enfermos terminales vivieron situaciones realmente impactantes. "Gente que venía pidiendo que por favor no se sedara a sus familiares y al revés, otros que lo pedían asegurando que no iban a dar problemas, que no se iba a enterar la televisión", apunta Barón. El caso, cerrado por la justicia por falta de pruebas, "perjudicó a los profesionales". A ellos también llegó el temor. "Es evidente que nos tenemos que mentalizar en mejorar las cosas, con protocolos, con guías laborales...", explica el oncólogo. De ahí la importancia de que toda una red de atención sanitaria como la gallega tenga un programa al que acudir.

El envejecimiento

El Plan Galego de Coidados Paliativos no nace de la casualidad. En una comunidad donde el nivel de envejecimiento está disparado, las enfermedades que pueden acabar demandando estos servicios aumentan. Porque mucha gente vincula los cuidados paliativos únicamente con el cáncer, pero los tratamientos llegan también a cualquier otra dolencia degenerativa. Una esclerosis múltiple, alzheimer, a alguien que padezca una insuficiencia irreversible de sus órganos...

"La perfección nunca se alcanza", apunta Francisco Barón. "Ha habido grandes mejoras que el Sergas, independientemente de los directivos, ha llevado a su organización. Se crean planes que cuentan con los profesionales para mejorar la atención sanitaria", asegura. ¿Es posible morir sin dolor en Galicia? "Estamos más cerca", contesta el coordinador del programa en la comunidad. La formación, la "creación de sinergias" entre los diferentes equipos ayuda a conseguir "que sea un derecho real". Que no lo es ahora, "al 100%", como apunta Barón. "Aunque hay ya la sensibilidad social que se necesita".