R. Prieto / A Coruña

La operación de rescate del emigrante ourensano Raimundo Reinoso, secuestrado el pasado 26 de febrero a la entrada de su taller en Caracas, se puso en marcha ayer. El equipo de investigación de la División de Antiextorsión y Secuestro de Venezuela ultimaba al cierre de esta edición el asalto de varias vivendas en la localidad de Miranda, próxima a Caracas, en la que sospechan que los raptores pueden tener retenido al empresario gallego. Las casas pertenecen a familiares de la banda, integrada por ocho personas ya identificadas, entre ellas tres mujeres. Hasta ayer, la primera y única detención que se había producido es la Alberto Fernández Aguirre, arrestado el 16 de marzo en Caracas con documentación falsa.

Diez días antes del arresto del propietario del móvil desde el que los secuestradores habían llamado a la familia y tan sólo tres días después de que ésta pusiera la denuncia por el rapto de Raimundo Reinoso, de 67 años, casado y con dos hijas, la banda no volvió a contactar con los familiares para negociar su liberación. Al contrario de lo que ocurrió con otros secuestros, la banda no liberó al empresario retenido tras haber roto el contacto con la familia y saberse identificados por la policía.

Los secuestradores, integrantes de una banda organizada que opera en Caracas desde hace años e implicados en el rapto de dos ciudadanos venezolanos, exigieron en sus llamadas a la familia un rescate de más de 150.000 euros. Su hija Evelyn, que la semana pasada regresó a Ourense, donde tiene su trabajo, asegura que a la familia le resulta "imposible" reunir esa cantidad de dinero.

Tras 28 días sin tener noticias de los secuestradores, el equipo de investigación manifestó su preocupación por la situación del emigrante gallego, operado 15 días antes de ser raptado y que debía volver a ser intervenido quirúrgicamente en el plazo de otras dos semanas.

Evelyn Reinoso, hija del empresario, afirma que la familia daría todo lo que tiene para poder ver de nuevo a Raimundo Reinoso con vida, después de que transcurrieran 28 días sin mantener ningún tipo de contacto con la banda que lo mantiene retenido. Evelyn revela que cuando los secuestradores llamaron a la familia, no disponían de los 150.000 euros que le exigían en efectivo.

Pese a que los ánimos de la esposa y de las dos hijas del empresario están bastante hundidos, ante el temor de que no haya podido aguantar el secuestro, inmediatamente después de una operación de próstata, se muestran dispuestas a llegar a "un acuerdo económico con ellos; lo que haga falta, si se produce un nuevo contacto", afirma Evelyn.

La inseguridad es la principal preocupación en Venezuela. Las cifras semanales de muertos, los secuestros, robos y violaciones son parte de la vida cotidiana. En los últimos ocho años, se contabilizaron en el país más de 1.500 raptos, según estudios publicados recientemente. El año pasado, en menos de un mes se produjeron tres secuestros de empresarios gallegos: Francisco Muradás, de Forcarei (Pontevedra); Alberto Cid, de Ourense, y Manuel Negreira, de Carballo. Los tres fueron liberados.