Las obras de la Vía do Barbanza para su conversión en autovía obligarán a cortarla al tráfico en varias ocasiones y en tramos durante los próximos meses. El primero de éstos, entre Dodro y Boiro, de 21 kilómetros de longitud, se cerrará después de la Semana Santa y se mantendrá hasta finales de junio. Así lo anunciaron ayer en Rianxo (A Coruña) el director xeral de Obras Públicas, Manuel Morato, y el delegado provincial de este departamento, Jacinto Parga. El tramo Dodro-Boiro se reabrirá en los meses de julio y agosto para evitar afectar a los períodos de mayor afluencia turística.
Durante este corte el tráfico será desviado a través de la carretera AC-305, que será debidamente acondicionada para soportar una mayor carga de vehículos y señalizada como itinerario alternativo.
La Vía do Barbanza podrá ser utilizada con normalidad en el resto de su trazado entre Boiro y Ribeira, a lo largo de los otros 19 kilómetros. Además, los desvíos ya les fueron comunicados a los ayuntamientos para que colaboren en la reordenación de los tráficos.
Antes de que se produzca el cierre entre los enlaces de Dodro y Boiro, tras la Semana Santa, ya esta semana, habrá interrupciones puntuales del tráfico en la vía obligadas por las voladuras que se deben realizar para ampliar la calzada.
Estas interrupciones, controladas debidamente por operarios, durarán únicamente el tiempo necesario para realizar las explosiones garantizando la seguridad de los operarios de la vía, permitiéndose a continuación el paso o desviando el tráfico momentáneamente si la interrupción se prolonga demasiado.
Técnicos de la Consellería de Política Territorial están trabajando en una solución que permita acortar la longitud del itinerario alternativo a través de la AC-305 habilitando un paso provisional para los vehículos ligeros sobre el viaducto que la Vía do Barbanza tiene sobre la Ría de Arousa entre Rianxo y Boiro.
La opción que se está estudiando en la Xunta consiste en la construcción de unos enlaces provisionales entre la AC-305 y el citado viaducto.
