Al incremento de la población obesa ha contribuido no sólo una mala alimentación sino también unos hábitos de vida cada vez más sedentarios. Según los datos del Ministerio de Sanidad, en Galicia el 50 por ciento de la población realiza muy poca o ninguna actividad física.

Pese a esto, los gallegos son más activos que los andaluces, donde el sedentarismo afecta al 64 por ciento de la población, los madrileños, los castellano-leoneses, los manchegos o los extremeños.

Los españoles que realizan más ejercicio físico son los catalanes y los aragoneses, donde el índice de población sedentaria es del 46 por ciento.