Más de cinco mil firmas de maestros recogió la CIG en cuatro días en contra de la supresión de la jornada escolar reducida de junio y septiembre, y ayer las presentó en la reunión de la Mesa sectorial de Educación, donde Xunta y sindicatos volvieron a poner encima de la mesa sus discrepancias sobre el nuevo horario escolar. Pese a la oposición de los representantes de los docentes, el departamento de Sánchez Piñón sacará adelante la orden, pues se siente respaldado por los padres y directores de centro.

La CIG,que está dispuesta a movilizaciones, insiste en que lo mejor para los niños es un acceso gradual a las clases y luego bajar el ritmo por el cansancio acumulado. Por ello, propone actividades extraescolares, pero no clases, para que los niños puedan quedarse en el centro y acceder al servicio de comedor.

Sobre la propuesta de Sánchez Piñón de reducir las horas de trabajo de los maestros, Anxo Louzao la tilda de "elemento de distorsión" y recuerda que es un viejo compromiso de la Xunta.