Según precisó la conselleira de Política Territorial, María Xosé Caride, durante una visita hoy a la zona, las obras de sustitución de los tubos metálicos de drenaje que estaban deteriorados se adelantaron un mes al plazo previsto inicialmente, que preveía que el cierre del vial se prolongase durante cinco meses.

El segundo tramo de la vía, que discurre entre Ribadumia y Sanxenxo, fue el primero en cerrarse al tráfico rodado, el pasado 5 de diciembre y el primero en abrirse el pasado día 12 de marzo. Por su parte, el tramo que se concluye hoy, entre Curro y Ribadumia se cerró el día 6 de febrero, de forma que las obras se prolongaron durante menos de dos meses.

La conselleira destacó que la celeridad de los trabajos ha permitido adelantar el plazo inicial previsto y que el vial pueda estar abierto antes de la Semana Santa. Según comentó, para acortar los plazos iniciales "los operarios trabajaron incluso en fines de semana" y tan sólo se pararon las obras en las fiestas de Navidad. A ello se añadió la estabilidad climatológica de los últimos meses, factores en los que se asentó el buen ritmo de los trabajos.

DECISION RESPONSABLE

La titular de Política Territorial volvió a justificar la decisión de cerrar el vial frente a las críticas del PPdeG y de los alcaldes de la zona de este partido. Caride se reafirmó en la decisión y dijo no arrepentirse de cerrar la Vía de O Salnés durante cuatro meses para solventar los fallos estructurales de este vial que fue inaugurado por Manuel Fraga en junio de 1993.

Caride defendió que esta decisión se adoptó para preservar la seguridad de los conductores ante el estado de deterioro que presentaba la calzada y como medida preventiva ante la alarmante situación que se comenzó a detectar en octubre pasado y que posteriormente se confirmó con los hundimientos de parte de la calzada en noviembre y diciembre.

"No fue una decisión sencilla, pero sí que fue responsable y en la que, por encima de cualquier otro interés, primó la seguridad de los automovilistas", aseveró. "Fue una decisión de la que no me arrepiento y volvería a repetirla, porque creo que es la única decisión responsable", prosiguió.

Al respecto, estimó que esta situación "nunca se tuvo que producir" si los trabajos de construcción y conservación "hubiesen sido los adecuados", motivo por el cual aseguró que pedirá las correspondientes explicaciones en la comisión de investigación abierta en el Parlamento sobre este caso.

ALCALDES PP

La conselleira precisamente compareció ante la gran montaña de los restos de tubos de drenaje que se encuentran en uno de los laterales del vial y que demuestran el estado en el que se encontraban en el momento de ser retirados. En esta línea, la consellería informó de que se sustituyeron un total de 30 tubos de drenaje que presentaban un estado de deterioro y corrosión importante.

En la visita a las obras de hoy, la conselleira no estuvo acompañada por ninguno de los alcaldes de la zona, del Partido Popular en su mayoría, a los que no se les invitó "pero a los que se les ha notificado la reapertura del vial", dijo.

La conselleira recibió hace unas semanas "un plantón" por parte de los alcaldes del PP a los que había invitado a una reunión en Cambados para abordar la evolución de las obras. Hoy Caride quiso criticar la actitud de los alcaldes de los que dijo que "se han movido por intereses personales", en referencia a su actitud en el período en el que se han llevado a cabo estas actuaciones.

PRUDENCIA

A pesar de que el vial ya estará abierto desde las 00.00 horas de esta noche, la titular de Política Territorial pidió prudencia a los conductores debido a que la maquinaria continuará trabajando en la zona al ejecutarse las obras de desdoblamiento del vial.

Asimismo, anunció Caride que se van a aprovechar estos trabajos para instalar nuevos tubos de hormigón con una mayor capacidad de drenaje y se sustituirán otros por dos marcos de mucho mayor volumen. La conselleira recomendó a los usuarios "extremar las precauciones, cumplir con las señalizaciones y respetar los límites de velocidad".

El desdoblamiento de la vía rápida do Salnés y su conversión en autovía supone una inversión de 55 millones de euros. Caride anunció que las obras permitirán contar antes del verano de 2008 con "una autovía do Salnés mucho más segura y con mayor capacidad que la actual".