Javier Sánchez de Dios / Santiago

Ha madurado en la primera línea de la política, y además ha aprendido mucho sobre cómo hay que trabajar en la sala de máquinas de un partido del tamaño del PPdeG. No es el joven casi ingenuo que hace poco más de un año llegó al cargo, pero sigue creyendo en sus ideas y convencido de que el oficio se puede ejercer con limpieza. A pesar de todo.

- No pocos en el PP creen que sus adversarios "van a por ustedes..." ¿Lo cree?

- Nosotros en lo que no creemos es en las casualidades, y nos damos cuenta de que están apareciendo muchas cosas, siempre referidas al Partido Popular y siempre con gran ruido. Y normalmente quedan en nada; es significativo.

- No pocas proceden de la Justicia.

- Digo y lo diré siempre: confiamos en la Justicia, y la Justicia son los jueces. Si hay algo que investigar, sea de quien sea, que se investigue a fondo. Pero pedimos un trato igual para todo el mundo y con eso nos conformamos.

- No cita a los fiscales...

- No tenemos la misma confianza que con los jueces. Hay un hecho objetivo: a los fiscales los nombra el Gobierno y a los jueces, no. Al final el que tiene que dictar sentencia es el juez, e insisto en que vamos a acatar las sentencias siempre, como es natural, sean favorables o no, y cualquier actuación judicial la vamos a respetar. Lo hemos demostrado en el llamado "caso de Gondomar": cuando un juez se pronunció, actuamos en consecuencia.

- El PPdeG parece haber cambiado de estrategia. Era menos agrio que otros PP, por decirlo de algún modo. Ahora van más al cuerpo a cuerpo.

- No hemos cambiado: seguimos intentando hacer cosas en positivo, porque creemos que a la gente lo que le importa es que un partido le explique lo que piensa hacer para solucionar sus problemas y no que se esté peleando entre ellos.

- Pero el nivel de crispación no hace sino crecer.

- Hay crispación, es evidente. Pero la crispación no es en absoluto culpa o responsabilidad del Partido Popular. Aquí hay que darse cuenta de que los que nos acusan a nosotros han utilizado al mismo tiempo la técnica de las plataformas, la de la pancarta y la manifestación. Y resulta que en aquel momento era legítimo y ahora no, no podemos ni protestar contra acusaciones gravísimas: hemos tenido que oír que practicamos la corrupción por sistema, que realizamos terrorismo urbanístico... Hombre, ya está bien.

- Ustedes contraatacan, permítame expresarlo así, denunciando prácticas electoralistas con la emigración. Y la Xunta se indigna también.

- A ver: nos han dicho que hacemos prácticas mafiosas con la emigración, y cuando demostramos que eso lo hacen otros, entonces se le resta todo tipo de importancia. Por ejemplo, cuando se descubre la existencia de agentes electorales a sueldo del Partido Socialista hay que escuchar que los que nos acusaban, al ser pillados ellos in fraganti, dicen que eso no tiene importancia o que es un error informático. Nosotros no crispamos, pero nos defendemos, porque ya está bien de ataques y de injurias; defendiéndonos como partido defendemos a nuestros votantes, que han sido acusados directamente de ser corruptos. O, en el colmo de la injuria, al Partido Popular, el más votado de Galicia, el que ganó con diferencia las elecciones aunque no haya obtenido la mayoría absoluta, se le ha llegado a llamar "partido basura". Y eso no lo vanos a tolerar: no creo que nadie nos pueda reprochar que defendamos nuestra dignidad.

- Estas elecciones municipales,serán las primeras que el nuevo equipo del PP afronta. ¿Serán un examen especial?

- He dicho que todas las elecciones son un examen, pero añado que en ningún caso un examen personal para nadie salvo para los candidatos que se presentan. Las elecciones municipales son muy especiales: en Galicia son un total de 315, muy cercanas y con una competencia directa entre gentes que se conocen muy bien..

- A la hora de pactar ustedes están solos...

- Sí, pero eso puede significar una ventaja que no tiene ningún otro: la gente sabe que si vota a un candidato del PP y éste gana, va a ser el alcalde.