N ingún cargo institucional -presidente, conselleiros, alcaldes, titulares de diputaciones- podrá visitar a la diáspora cien días antes de una campaña electoral con cargo a los fondos públicos, y si decide viajar debe ser como dirigente de partido y el coste será asumido por su organización política. Ésta fue la propuesta lanzada ayer por el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, en plena polémica por la gira por América Latina de cargos públicos de PSOE y PP, incluido el propio presidente de la Xunta, a dos meses de los comicios locales.

La iniciativa para "dignificar a los emigrantes y evitar prácticas irregulares" fue rechazada desde Montevideo por el conselleiro de Traballo y secretario general del PSdeG, Ricardo Varela, quien calificó la propuesta como "una de las típicas tonterías a las que tiene acostumbrado últimamente Feijóo". El conselleiro, que asiste a una reunión de empresarios gallegos del exterior en la capital uruguaya, acompañado de los titulares de Economía e Innovación, aseguró que el portavoz de la oposición se preocupa por la limpieza del voto emigrante "un poco tarde", después de que el PP en el poder durante 16 años hubiese hecho "un uso y abuso inadmisible de la Xunta para el control del voto de la diáspora".

Ricardo Varela consideró, además la iniciativa de Feijóo inviable, pues las legislaturas duran cuatro años, y suele haber cuatro comicios, por lo que los dirigentes públicos no podrían viajar durante un año, y hacer su trabajo en el exterior.

Debate parlamentario

El presidente del PPdeG defendió su propuesta, que la llevará a debate al Parlamento, tras la reunión del comité de dirección de su partido, y preguntado por si prohibirá a los cargos públicos del PP viajar en precampaña respondió que "primero debe ser la Cámara la que se pronuncie".

Feijóo aprovechó la ocasión para volver a recordar el caso del candidato socialista a la alcaldía pontevedresa de Vila de Cruces, Javier Castelo, que pretendía contratar un agente electoral en Buenos Aires y pagarle en función de los votos que consiguiese. Para el líder de la oposición, se trata de "un supuesto pago de votos o una supuesta compra de votos por parte del PSdeG", algo que consideró "inaceptable, irregular e ilegal".

Ricardo Varela también respondió a Núñez Feijóo, defendiendo la labor de los agentes electorales, y comparó su trabajo con "los actos de puerta a puerta de los candidatos". Además el conselleiro aseguró que es "una acción plenamente legítima de los partidos".