La primera "galescola" que la Vicepresidencia de la Xunta abre en la comunidad autónoma vio ayer la luz en el Concello de Portas de la mano del vicepresidente, Anxo Quintana, que visitó las instalaciones y señaló que este ayuntamiento "abre a porta a unha nova era da educación infantil en Galicia".

La inauguración, sin embargo, fue un tanto peculiar porque la escuela lleva ya desde el mes de octubre funcionando en el complejo de la Azucarera y cuenta con un permiso de inicio de actividad de la Xunta como escuela infantil municipal desde enero. La asesora de igualdad del Consorcio Galego de Servizos da Igualdade e do Benestar explicó que las instalaciones llevan abiertas desde octubre en atención a la demanda de plazas de infantil que tenía el municipio, y que en los próximos días este servicio que está dado de alta como escuela infantil municipal pasará a ser una "galescola".

La "galescola" de Portas fue la primera pero no la única que se inauguró ayer, pues Quintana visitó unas horas más tarde los municipios coruñeses de Rianxo y Boiro para inaugurar las que allí están ubicadas. La especificidad de la de Portas es que es la única de Galicia, según Vicepresidencia, que ya están funcionando y están cubiertas 25 de las 41 plazas ofertadas.

Quintana estuvo acompañado por el alcalde de Portas, el popular Roberto Vázquez; la directora xeral de Igualdade, Carme Adán; y representantes de los grupos municipales del BNG y el PSOE. En su intervención, el vicepresidente afirmó que estos centros "materializan sobre el terreno el compromiso que asumió la Vicepresidencia de poner en marcha una auténtica red gallega de escuelas infantiles".

Estas primeras "galescolas" ofertan 217 plazas y dan empleo a 33 profesionales. Además, se pretende abrir 15 más en el primer cuatrimestre del año que crearán unas 700 plazas de 0 a 3 años y 104 empleos.

Conciliación

Quintana mantuvo que estos centros "implican deixar atrás o déficit en materia de escolas infantís como un recurso básico para a igualdade e para conciliar a vida laboral e familiar" e insistió en que serán "boas escolas, con servizos e cunha mellor oferta educativa e pedagóxica. Van ser unha marca de garantía, de calidade, con boas infraestruturas en edificios modernos e funcionais, que constitúen espazos pensados para a aprendizaxe e a imaxinación", añadió.

Asimismo, recordó el papel de estos centros para reafirmar la "identidad". "¿Que outra identidade podía ter?". "Os galegos do século XXI xa teñen onde comezar a súa educación, sen medo, sen complexos, con orgullo do seu e do seu país".