X. A. Taboada / Santiago

Lleva un año en el Senado, cámara en la que encontró su sitio tras perder la Xunta en las elecciones de 2005 y dar el relevo a Núñez Feijóo al frente del PPdeG. Dice que añora Galicia y sus carballeiras, que por él repetiría la próxima legislatura otra vez como senador, que merece que la Guardia Civil proteja su chalé de Perbes y, aunque echa la culpa al PSOE de elevar el tono de la contienda política, reclama a todos los partidos, incluido el suyo, que rebajen las crispación.

- ¿Cómo se encuentra al haberse cumplido un año en el Senado? ¿Aclimatado ya?

- Bien, pero estoy estudiando otra vez Madrid, que ha crecido y en estos momentos es una ciudad de cuatro millones de habitantes. Dicho esto, estaba trabajando un tema, mi predilecto, que es la reforma del Senado, que desgraciadamente está aparcada.

- Parece que esa reforma no va a ser posible...

- Pero la reforma del Senado es necesaria, lo que ocurre es que hace falta un ambiente que hoy no existe, como el de la Transición. Lo cierto es que ahora quieren una nueva Transición y no hay ambiente, sólo disparates como poner en juego el antiguo reino de Navarra y querer anexionar territorios franceses. Pero yo sigo trabajando sobre ese asunto.

- ¿Echa de menos la Xunta?

- Echo de menos a Galicia.

- Aunque no viene tanto como le gustaría.

- No voy a Galicia porque estoy cumpliendo mis deberes. Lo que nunca dejaré de hacer es pasar el mes de agosto en Perbes. Bien, pues yo echo de menos Galicia, sus pinares, sus carballeiras, sus rías y la compañía de los gallegos.

- ¿Sabe que hay una asociación de la Guardia Civil que ha pedido que su chalé de Perbes sea vigilado por una empresa privada?

- Sí, y es algo altamente opinable. En Perbes siempre hubo Guardia Civil porque es un punto de entrada para el contrabando y hubo el atentado... Pero desde luego, he dedicado todo lo mejor de mi vida a servir a Galicia y creo que bien me merezco esa atención.

- ¿Ha relajado un poco su ritmo de trabajo?

- Ya son hábitos... Me levanto siempre a las seis de la mañana, pero ahora tengo más tiempo para leer y para ponerme al día de cosas que fui dejando. Aquí trabajo hay de sobra.

- ¿Usted asistió a la sesión del Senado en la que se abucheó al presidente Zapatero?

- Estuve allí pero, desde luego, no participé en el abucheo. El señor Zapatero quiso evitar ese debate en el Congreso con el señor Rajoy y lo trajo al Senado. La respuesta fue absolutamente correcta del señor Pío García Escudero, pero claro, algunas actitudes suyas dieron lugar a algunos gritos y a algunas cosas. Creo que el presidente del Senado, el señor Rojo, exageró cuando dijo qué vergüenza.

- ¿No considera que se dio una mala imagen del Senado?

- No, no, no. Eso quiere decir que el Senado está vivo.

- ¿La dirección nacional del PP sigue contando con su opinión?

- Soy el presidente fundador del partido, me citan a todas las juntas y en realidad podría presidirlas, pero mi opinión, como es natural, es la que corresponde solamente a un hombre que tiene un poco de experiencia.

- ¿Le piden su opinión muchas veces?

- A veces si no me la piden también se la doy, pero me la piden muy a menudo, sí.

- La política nacional se ha crispado más de lo debido...

- Pero lo que no se puede hacer es lo que ha hecho este Gobierno, que ha planteado cuatro reformas constitucionales, que estaban en su programa y que dio marcha atrás, pero luego se inventó algo que no estaba en su programa, como la Ley de Memoria Histórica.

- ¿No debería bajar un poco el pistón de la crispación?

- Creo de todos deberían bajar el pistón, pero sobre todo los que lo han hecho subir a los demás. En estos momentos no hay duda de que con la Ley de Memoria Histórica o la reforma de estatutos como el catalán que bordea la Constitución, eso es pedir una nueva Transición.

- Hay quien acusa al PP balancearse hacia la extrema derecha...

- No, eso es lo que esos señores, como el señor Blanquiño (sic), quisieran poder decir. Nosotros estamos defendiendo que se cumpla la Constitución.

- ¿Cree que un partido tiene que demostrar en la calle su fuerza y sus postulados?

- Siempre se dijo que el Partido Popular era de gente que no era capaz de salir a la calle, pero la calle es de la convicción de los ciudadanos que ven por dónde van las cosas.