Una vecina de Ribadeo (Lugo) presentó una reclamación ante la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León por los daños y perjuicios derivados de una "deficiente o defectuosa" asistencia sanitaria tras llevar durante 12 años un DIU "perdido" en su cuerpo sin que los médicos lo detectasen.

"Horrible; es un sin vivir", afirmó la afectada, Mari Carmen Fernández, en referencia a los últimos cinco años de su vida, desde que en 2002 le descubrieron un DIU dentro de su cuerpo, que era la causa de sus "fuertes dolores". En realidad, los médicos le vieron dos DIUs, uno bien puesto, que ella misma se había colocado, "y otro en el cuerpo". "El que tenía en el cuerpo llevaba 12 años ahí metido sin saber que lo tenía", explicó Mari Carmen Fernández, que sufría "muchos dolores, hemorragias e infecciones".

Hace 16 años, la afectada, que en esa época vivía en Villablino (León), decidió junto con su marido tener otro hijo, por lo que le retiraron el DIU que tenía puesto. Se quedó embarazada y tuvo a su hija pequeña y meses después de dar a luz, se colocó otro DIU. "Un día deja de bajarme el periodo", señaló y, después de ir al médico, descubrieron, tras una analítica, que estaba embarazada de tres meses.

"El médico me dijo que debí de perder el DIU, que como es una cosa pequeña pude perderlo por el servicio sin darme cuenta", recuerda. Dos días después sufrió una hemorragia en la que le salió "un coágulo muy grande". En ese momento, sufrió un aborto y la derivaron al hospital de Ponferrada.

Una vez allí, ella les explicó a los médicos que "tenía un DIU y que le habían dicho que lo había perdido", por lo que les pidió que la miraran. "Me hicieron una placa y me dijeron que no tenía ningún DIU, que lo perdí", indicó. Convencida de que era verdad que lo había perdido, se colocó otro DIU.

Posteriormente, comenzó a sufrir "unos cólicos muy fuertes. Un día me puse muy mala y fui a urgencias", donde el médico, decidió hacerle una placa, donde descubrieron que tenía un DIU puesto.