I. B. / A. V. / Santiago / Oviedo

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, advirtió ayer al Ministerio de Fomento de que "Galicia necesita el AVE cuanto antes" y él, como titular del Ejecutivo autonómico, no admite "ningún retraso". Touriño rechazaba así con firmeza cualquier cambio de trazado que demore las obras de la alta velocidad, una posibilidad puesta ahora encima de la mesa por el Gobierno central en el tramo Silleda-Boqueixón, a su paso por la mina de cuarzo de Serrabal. Por su parte, el conselleiro de Innovación, Fernando Blanco, prefirió poner el acento en la conveniencia de que no se pierdan puestos de trabajo, y apostó por mudar el trazado para que continúe la actividad de la mina, pero sin que conlleve un retraso en el AVE o, en todo caso, "el menor coste de tiempo".

El titular del Ejecutivo autonómico hacía estas declaraciones un día después de que en el Congreso de los Diputados el presidente del ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), Antonio González, intentase echar balones fuera, al proponer que sea el Parlamento autonómico, a través de un acuerdo de los grupos, y no el organismo que preside, el que dé solución al conflicto por el paso del AVE Santiago-Ourense por la mina de cuarzo de Serrabal, que explota una empresa de Juan Miguel Villar Mir, quien reclama por la expropiación de los terrenos 895 millones de euros.

Mudar el trayecto a estas alturas cabe suponer que obligaría a retrasar la llegada de la alta velocidad a la comunidad, y ayer Touriño se negó tajantemente. Quiso zanjar la polémica y la discusión, y afirmó: "Galicia no está en condiciones de que haya retrasos en el AVE". "Con la mejor disposición de diálogo, le digo al Ministerio de Fomento que Galicia quiere la alta velocidad cuanto antes", agregó.

Horas antes de emprender viaje hacia Brasil, país latino americano que visita por primera vez como presidente de la Xunta, dijo "poder entender" las consideraciones de quienes defienden el cambio de trazado entre Silleda y Boqueixón, pero para él la prioridad es que la conexión de Galicia con Madrid no se demore.

Pérez Touriño también observó que, para él, el debate sobre este posible cambio de trazado está liquidado, pues ni es ingeniero de caminos, ni su Gobierno tiene competencias sobre este trayecto, por lo que se niega a "discutir trazados".

Razón de empleo

El titular de Innovación, Fernando Blanco, en cambio, apostó por el cambio de trazado en el tramo Silleda-Boqueixón para conservar los empleos de la mina de cuarzo. Éste es el mismo argumento empleado el miércoles en el Congreso por el portavoz del BNG, Francisco Rodríguez, en su debate con el responsable del ADIF. El conselleiro nacionalista cree posible un trayecto alternativo, sin que haya tardanza en las obras, y, en todo caso, está dispuesto a asumir un coste de tiempo, aunque pide que sea "el menor". Blanco solicita a Fomento que estudie esta posibilidad. Ésta no es la primera vez que Touriño y el conselleiro divergen, aunque sea en los matices, en sus mensajes. Ya tuvieron sus diferencias con el futuro del astillero Navantia-Fene.