El presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), Antonio González Marín, afirmó ayer que la voluntad firme del Gobierno es acabar "cuanto antes" el tramo Vedra-Boqueixón del AVE Santiago-Ourense con "las mínimas afecciones medioambientales y sin afectar al tejido empresarial".

González Marín compareció ante la Comisión de Fomento para informar sobre los problemas del tramo Vedra-Boqueixón del AVE Santiago-Ourense en relación con la mina de cuarzo de Serrabal. Su propietario, Juan Miguel Villar Mir, presentó un recurso contra el proyecto por entender que el trazado podría afectar al yacimiento y al empleo.

En todo caso, González Marín negó que la línea del AVE esté parada y que el Gobierno haya mostrado desinterés por las obras: "Todo lo contrario, queremos claramente que la línea se acabe con la máxima prontitud. con un proyecto que respete al tejido productivo de Galicia y a los ciudadanos". Añadió que si el Parlamento gallego alcanza una solución consensuada sobre el proyecto más adecuado para este tramo, sería apoyada desde ADIF, "dado que nos preocupa terminar cuanto antes esta línea", dijo.

El portavoz del BNG, Francisco Rodríguez, denunció que desde que se aprobó la obra el tramo está sometido a tensiones y conflictos que no se acaban de superar y que la mejor forma de resolverlos "no es esperar a ver si el tiempo amortece el conflicto".

Por otra parte, el pasado lunes se produjo un derrumbe, sin consecuencias, en la ladera de un monte, cerca de Santiago, donde se prevé construir un túnel de 400 metros por donde entrará el AVE en la ciudad. La tierra se deplomó después de ser cubierta con hormigón.