Efe /Nacho Mojón / santiago

En la cubierta del Francisco Catalina sólo quedan marineros y nasas. Este pesquero, entre cuya tripulación se encuentran cinco marineros gallegos, volverá hoy al mediodía a salir a faenar tras poner fin al calvario que vivió durante una semana, siete días en los que estuvieron forzados a esperar en medio del Mediterráneo a que Malta diese luz verde para entrar a puerto y dejar en tierra a los subsaharianos que rescataron del mar el pasado viernes.

El barco recibió el permiso ayer a las tres de la tarde, y atracó en la isla. "Todo estaba lleno de policías. Conté más de sesenta. Creo que era un zona militar ¡Ni que fuéramos los hijos de Bin Laden!", se queja Alvaro Domínguez, de 24 años, vecino de Muxía y contramaestre del Francisco Catalina, quien bromea diciendo que, al menos, no hubo "marcha atrás" -el jueves recibieron luz verde y una patrullera les obligó a dar la vuelta a medio camino-.

Malta autorizó la entrada a puerto después de que cinco países se comprometiesen a hacerse cargo de los 51 inmigrantes y solo una vez que aterrizaron los dos aviones enviados por España para recogerlos.

"Claro que fue triste, dos compañero lloraron al verles en los autobuses. No sé si los vamos a ver más o dónde acabarán. Ellos se llevan mi número de teléfono móvil. En fin, se verá lo que pasa", dice este gallego, quien cuenta como le regaló a uno una estampa de la Virxen da Barca -patrona de Muxía- y que espera que le dé suerte en lo que les queda por delante.

Salvo los cinco que permanecerán en Malta, los 43 restantes fueron trasladados a España en dos aviones enviados por el Gobierno. Desde Madrid serán distribuidos al resto de los países. España atenderá a 18, Italia (10), Andorra (5), Malta (8) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se hará cargo de 10 .

Los 43 que están ahora en España, antes de ser repatriados, permanecerán unos días en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIES). Según los datos facilitados por Exteriores, los rescatados proceden de Eritrea, Marruecos y Pakistán.

El comportamiento de estos once marineros les ha valido el reconocimiento del Gobierno de España y de los principales organismos humanitarios internacionales. El Consejo de Ministros acordó ayer condecorarles con la Medalla al Mérito Civil, distinción que se suma a la que les entregará Cruz Roja. "Nos llevamos bien metido dentro en la cabeza lo desesperada que anda toda esa xentiña para echarse al mar como se echan. Eso hay que verlo, hay que vivirlo para entenderlo", confiesa Álvaro.