La idea de reciclar los contenedores de mercancías como pisos habitables, aunque parezca sorprendente, no es un proyecto novedoso. Ciudades europeas como Amsterdam han desarrollado propuestas similares y las viviendas modulares, que llevan años en el mercado, en algunos lugares se consideran una tendencia arquitectónica.

El planteamiento de ajustar la vivienda a las necesidades personales ha servido de base para desarrollar distintas ideas que no se diferencian mucho de contenedores apilados. Un ejemplo es el proyecto APTM, una iniciativa que propone viviendas de bajo coste, construidas bajo criterios de sostenibilidad, con materiales de calidad y en un espacio mínimo.

Una de las propuestas, firmada por el arquitecto Santiago Cirugeda, se trataba de casas construidas con materiales reciclados y ubicadas en un edificio que se sujeta en una estructura de andamios.

Otro proyecto, "Container housing" de Gustavo Gili, recogía una estructura modular de pilares y forjados de hormigón con unos núcleos compactos de contenedores reciclados.