"Era una deuda que tenía pendiente la última generación de emigrantes gallegos, a la que yo pertenezco, con todos aquellos que han ido saliendo desde su Galicia natal desde hace más de 150 años", explicó a EFE el director del museo, Francisco Lores.

El museo fue instalado en la sede que la Federación de Asociaciones Gallegas en Argentina tiene en el barrio de San Telmo, uno de los más antiguos de Buenos Aires.

Se calcula que entre 1857 y 1930 llegaron a Argentina más de un millón de gallegos, de los cuales aproximadamente la mitad se quedó en el país, indicó Lores.

La sensación de "deuda" con los aventureros que se lanzaron a cruzar el charco en busca de una mejor calidad de vida también caló hondo en las autoridades de La Coruña, cuya Diputación Provincial ha financiado buena parte de la puesta en marcha del MEGA.

"Era nuestra responsabilidad si se tiene en cuenta que los vínculos entre Argentina y Galicia no se han diluido con el paso del tiempo, sino que se mantienen en la conciencia colectiva, puesto que es muy difícil encontrar a un gallego que no tenga a un familiar emigrado al país suramericano", comentó el presidente de la diputación coruñesa, Salvador Fernández Moreda.

Esos emigrantes fueron, además, quienes enviaron gran parte del dinero que se destinó en Galicia a la construcción de hospitales y escuelas.

Pero tuvieron que trabajar duro para progresar y eso es algo que se aprecia claramente al recorrer el museo, donde se observa que, en muchos casos, una bicicleta, un candil o unos utensilios de cocina eran los únicos acompañantes que llevaban consigo los gallegos que cruzaron el Atlántico.

Maletas, cartas, fotografías, cartillas de racionamiento e instrumentos musicales tampoco faltan entre los más de 100 objetos que se aglutinan en el MEGA, una de cuyas salas se ha habilitado como depósito para guardar presentes y futuras donaciones con las que montar alguna exposición itinerante.

La Federación de Asociaciones Gallegas de la República Argentina se fundó en 1921 y, según Lores, fue refugio para muchos exiliados políticos que tuvieron que salir de España durante la dictadura franquista.

Las más de veinte organizaciones gallegas que se englobaron dentro de ella crearon sus propios sindicatos, partidos políticos y editoriales, a la par que desarrollaron una importante actividad cultural con eventos tan singulares como el festival de poesía en homenaje a España de 1947, al que asistió el ya fallecido Rafael Alberti.