Pontevedra recuerda a los militares caídos en Afganistán con un emotivo acto cívico

Redacción / PONTEVEDRA

A los acordes de la "La muerte no es el final", los familiares de los trece soldados gallegos fallecidos en Afganistán no pudieron contener las lágrimas. La ofrenda floral a la que acompañaba la emblemática canción ante el monumento al soldado y las palabras del jefe de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable (Brilat), Vicente Díaz de Villegas fueron los actos más emotivos del homenaje cívico que Pontevedra rindió ayer a los caídos en acto de servicio.

Bajo la vigilancia de una compañía de honores formada en la explanada de la avenida de Montero Ríos, rondaban las doce de la mañana cuando compañeros de los fallecidos realizaron una ofrenda floral ante la cruz del soldado, que estaba decorada con una bandera española confeccionada con más de 14.000 claveles. En el puesto de mando, presidía el sencillo acto castrense el jefe de la Brigada y el alcalde de Pontevedra, Miguel Fernández Lores, junto a otras autoridades locales.

En frente, familiares de todas las víctimas del helicóptero que se estrelló en Afganistán el pasado 16 de agosto, seguían el homenaje con el corazón encogido y entre lágrimas. "Fue muy emotivo, y hay que agradecer lo que hacen porque está todo muy bien", aseguró Emilio Figueirido Pazó, vecino de San Andrés de Comesaña, en Ourense y tío del soldado fallecido Daniel Fernández Abreu, a quien crio hasta los nueve años.

Estupor y dolor

Tras una salva de fusilería, el representante de los ciudadanos de Pontevedra, José Ángel Fernández Arruty recordó que la noticia llenó de "estupor y dolor" a la ciudad, y aseguró a los familiares de las víctimas -cuyos nombres pronunció uno por uno-, que "la muerte no ha sido en balde, sino que ha sido por la libertad y la igualdad, en definitiva, por la democracia".

El jefe de la Brilat recibió de manos de Fernández Arruty una sencilla placa de bronce con la inscripción: "Los pontevedreses en homenaje a los militares fallecidos en acto de servicio en Afganistán". Es el reconocimiento de la ciudad a sus soldados.

Era la primera vez que Vicente Díaz de Villegas, el jefe de la Brigada, hablaba de sus hombres en público, a la ciudad. Tomó el turno a Arruty y afirmó que "la Brilat es Pontevedra", y no dejó de alabar a sus hombres que "han muerto en libertad y por la libertad".

Aseguró que ellos son "el futuro de los pueblos que no es de gente que pasa o que solamente se divierte, si no que es de gente que trabaja y se sacrifica. Y estos han dado todo lo que tenían, que es la vida".

Sin duda en el cuartel General Morillo de Figueirido aquella noticia se vivió de manera distinta. "Con mucho dolor y mucha satisfacción por la respuesta. Por quienes eran y porque nos han dado a todos una lección de por qué se va a los sitios, y por qué se hacen las cosas con cariño y todo lo que está uno dispuesto a hacer por los demás". Hacía estas declaraciones mientras saludaba y reconfortaba a los familiares de sus hombres, una vez concluido el acto con la retirada de la bandera y el desfile de la compañía de honores.

También estaban allí padres y madres de los que todavía están en Afganistán, cuya llegada el general anunció para el día 6 de octubre, "y a partir de ahí vendrán en distintas rotaciones".

"Hay que hablar con las familias que son las que realmente lo han vivido en casa", explicaba. "Lo que diga yo... Yo soy su jefe y estoy muy satisfecho y muy dolido, por supuesto". El jefe de la Brilat indicó que "nos hubiera gustado que no hubiese sido así, pero una vez que ha sido, hay que hacer las cosas con alegría".

José Antonio González Quintela, también vecino de Ourense, aseguraba que "lo vamos llevando". Su sobrino Diego González Blanco fue uno de los caídos en Afganistán, su tía, que lo crió, no dejaba de llorar al recordar "lo bien que ser portaron con nosotros".

El vestíbulo de la Diputación de Pontevedra acoge hasta mañana una exposición de la Brigada, centrada en la guerra de la Independencia.

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