La Xunta considera que la ola de incendios que asedia Galicia desde hace cinco días "remite" y anuncia que concentrará ahora sus esfuerzos en el operativo policial. Para este despliegue se refuerzan los equipos de la Guardia Civil y de la Policía Autonómica, que cuentan con ochenta nuevos agentes.

"Vamos a dificultar realmente la actividad delictiva y a perseguir a los delincuentes entre todos", aseguró el conselleiro do Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, que mantendrá contactos con mandos de las Fuerzas de Seguridad para impulsar esta operación.

Dos personas más han sido detenidas, acusadas de prender fuego al monte. Se trata de R. F. P., de 42 años, de Cambados, y de J. L. G., 42 años, de Chandrexa de Queixa (Ourense). Con estos casos se elevan a más de 120 las detenciones que se han producido en Galicia en lo que va de año.

Al cierre de esta edición, 29 incendios permanecían todavía activos en la comunidad, de los que sólo en O Pindo (Carnota) se mantenía la "alerta uno" -la más alta en la escala-. El Servicio de Extinción, según el último parte facilitado, clasificaba como "controlados" la mitad de ellos; lo que significa que todavía está ardiendo, aunque se ha conseguido frenar su avance.

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, que no asistió a la reunión del gabinete de urgencia que él mismo convocó para analizar la situación creada por la cadena de fuegos, aseguró a Radio Nacional que la situación está "bien controlada", aunque admitió que sigue siendo "preocupante".

Ourense, con diez incendios todavía sin extinguir, volvió a ser la provincia más castigada por el fuego, que continuó provocando destrozos en Trasalba (Amoeiro), Randín (Calvos de Randín), Ramirás, Allariz, O Bolo, A Merca, Avión, Cea y A Mezquita.

En Pontevedra, las brigadas consiguieron frenar buena parte de los incendios más virulentos, aunque se mantenían las llamas en Martores (Valga), Padriñáns (Sanxenxo), Valeixe (A Cañiza) y también otros focos menores en los municipios de Ponteareas, Pazos de Borbén, Caldas de Reis, Salceda de Caselas y Fornelos.

En O Salnés, los agentes forestales medían ayer a la tarde la superficie arrasada por el incendio del monte Xiabre. A la espera de la cifra oficial, fuentes del Ayuntamiento de Vilagarcía, de la Agrupación de Protección Civil y de las organizaciones de montes comunales estiman que ardieron un millar de hectáreas, lo que lo convertiría en uno de los incendios más agresivos. También en la comarca de Arousa, dos bomberos tuvieron que ser atendidos por heridas leves.

Investigación

El Ministerio del Interior enviará a Galicia un grupo de cuarenta guardias civiles de la Agrupación Rural de Seguridad, que se encargará tanto de patrullar como de investigar las causas de los fuegos. La Dirección General de la Guardia Civil llevará a cabo también una reorganización de los efectivos que se encuentran destinados en los cuarteles de la comunidad para reforzar el personal adscrito al plan de lucha contra el fuego.

La Policía Autonómica, el otro cuerpo de las Fuerzas de Seguridad con competencias en materia de delitos forestales, ha triplicado el personal de la unidad destinada a incendios. De los veinte agentes que la componen se ha pasado a sesenta, según la Consellería de Presidencia.

El ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, anunció también que mantendrá en los próximos días reuniones con los responsables políticos de la Xunta para analizar las decisiones que se tomarán en relación con los incendios que se han registrado en esta comunidad.