La causa más probable del desplome del helicóptero en Afganistán en el que murieron diecisiete soldados españoles, diez de ellos gallegos, es que se trató de un accidente provocado en su origen por una ráfaga de fuertes vientos y racheados. Ésta es la hipótesis con más fundamento por la que se inclinan los expertos del Ministerio de Defensa desplazados a Afganistán para investigar el siniestro, que en su primer análisis sobre el lugar del impacto y los restos de la aeronave no encontraron indicios de un ataque exterior.

Ésta es la información que ayer el ministro de Defensa, José Bono, trasladó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, desde Afganistán mediante videoconferencia. El ministro se encuentra en este país para dirigir la investigación, el proceso de identificación de los cadáveres y su repatriación. Nada más llegar, José Bono visitó, junto a los peritos, la llanura cerca de Herat donde se estrelló el helicóptero.

"Los especialistas encargados de la investigación no ven indicios que apunten a un ataque exterior, sino que, más bien la existencia de vientos fuertes y racheados en la zona en el momento de la tragedia puede estar en el origen de la misma, configurándose como la hipótesis más probable", aseguró el ministro de Defensa.

No obstante, Bono quiso mostrarse muy cauto, por lo que sostiene que de momento no se descarta ninguna hipótesis. "Seguiremos trabajando con rigor y certeza y por eso no puedo descartar la hipótesis de un ataque", comentó.

"Queremos ser extremadamente respetuosos con la realidad y esa realidad no la queremos inventar, tampoco suponer; la queremos investigar. Y estamos trabajando, tomando datos, para que los expertos hagan un informe de probabilidad. En este momento hay mayor probabilidad de que se trate de un accidente a que se trate de un ataque exterior o atentado, pero no podemos descartar ninguna de las dos posibles causas porque yo estaría faltando al respeto que debo a la verdad y a la investigación", manifestó el ministro.

Según la reconstrucción de los hechos relatada por Bono, el helicóptero siniestrado volaba muy bajo y tras remontar una colina el aparato se precipitó y tocó el suelo con el tren de aterrizaje."En ese momento debió romperse el rotor de cola, el aparato quedó sin control y, sesenta metros después, explosionó", contó el ministro.

Maniobra de evasión

Fue entonces cuando el segundo helicóptero, considerando que había sido atacado, realizó una maniobra evasiva y un aterrizaje de emergencia en el que resultaron heridos cinco soldados.

En cuanto a las explosiones escuchadas, el ministro explicó que su origen estuvo en la detonación de la munición que portaba el helicóptero siniestrado. "Hemos visto muchas vainas de cartuchos y muchas vainas que había explosionado por el calor de combustión. Explotaron por el calor, no por la explosión de armas de fuego", concluyó.

La teoría del accidente es la que ha mantenido la OTAN y también por parte de las autoridades afganas. "Lo que está claro para nosotros es que definitivamente no hubo ningún ataque de militantes", explicó el general Shar Mohamed Karimi, alto responsable del Ministerio Afgano de Defensa.

Pero España no quiere descartar todavía otras hipótesis, incluyendo la del ataque desde tierra, algo que Bono no hizo ayer.