X. A. Taboada / santiago

Los ministros, presidentes autonómicos y demás cargos del PSOE que ayer arroparon a Touriño en su toma de posesión aprovecharon para destacar la nueva etapa política que comienza en Galicia y magnificar el papel que, a su juicio, ahora jugará la comunidad gallega en España. Los empresarios gallegos y los sindicatos manifestaron su ilusión con el nuevo Gobierno autonómico, al que anunciaron su disposición a colaborar.

El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, resaltó que el "compromiso" del Gobierno central con Galicia se "traducirá en hechos y cifras" con el objeto de conseguir que la "esperanza" que se abre con Touriño "culmine con un salto adelante importante para Galicia". Sevilla consideró además que no se puede establecer ninguna comparación entre Anxo Quintana y Carod Rovira.

La titular de Pesca, Elena Espinosa, confió en que la experiencia de la nueva Xunta se convierta en un "ejemplo a seguir para otras comunidades" y que PSOE y BNG ya han demostrado en otras instituciones que pueden gobernar en coalición.

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, interpretó que con Touriño se ha dado un "importante avance" en el "reconocimiento franco y tranquilo de la pluralidad de España" porque Galicia está "en la vía" de aceptar su pluralidad.

Maragall abogó para que la comunidad gallega, en la reforma de sus estatutos, lo haga por su propia vía y que no se dedique a "copiar" los procesos de otras autonomías.

El titular del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, se mostró convencido de que Touriño será capaz de emprender una etapa "de progreso y profundización autonómica y democrática" en Galicia.

El portavoz nacional del BNG y próximo vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, sostuvo que se están cumpliendo todos los pasos institucionales para el nuevo Ejecutivo y que desea cuanto antes empezar a gobernar para poner el práctica el programa firmado entre nacionalistas y socialistas.

Antonio Fontenla, presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, deseó los mayores éxitos a la nueva Xunta y se puso a disposición del Ejecutivo para comenzar a trabajar y colaborar. Fontenla destacó la normalidad que rige todo el proceso de traspaso de poderes, "sobre todo porque se ha hecho sin ningún tipo de discusiones".

Los dirigentes de los sindicatos UGT, CC OO y CIG expresaron su simpatía con el nuevo Gobierno gallego, al que pidieron que cumpla con sus promesas al situar el paro y la precariedad laboral como uno de los principales problemas de la sociedad gallega.

El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, confió en que la relaciones entre la Iglesia y la Xunta se mantengan al mismo nivel que con el Ejecutivo de Manuel Fraga. "Por nuestra parte seguiremos con disponibilidad total al diálogo que espero que tenga la respuesta oportuna", dijo el arzobispo, quien asistió a la toma de posesión de Touriño.

En este sentido, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, aseguró que el nuevo Ejecutivo "respetará a todos". Con respecto a las críticas por la posible inestabilidad de un gobierno de coalición, el dirigente socialista apuntó que proceden de "intranquilos" y aclaró que el relevo en la Xunta "obedece a la voluntad de los gallegos".

En opinión del alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, será "un cambio importante en la dinámica del país" ante el cual los ciudadanos están "muy esperanzados e ilusionados".