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Ver galería >Es la envidia del vecindario desde que hace dos meses se instaló en el camping de Portosín. La reacción del resto de campistas es unánime: "¡Qué pasada!", le dicen a su propietario que disfruta del sol y del mar en este vehículo tuneado con todo lujo de detalles y comodidades, a pie de la Praia das Gaivotas.
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Es la envidia del vecindario desde que hace dos meses se instaló en el camping de Portosín. La reacción del resto de campistas es unánime: "¡Qué pasada!", le dicen a su propietario que disfruta del sol y del mar en este vehículo tuneado con todo lujo de detalles y comodidades, a pie de la Praia das Gaivotas.
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Es la envidia del vecindario desde que hace dos meses se instaló en el camping de Portosín. La reacción del resto de campistas es unánime: "¡Qué pasada!", le dicen a su propietario que disfruta del sol y del mar en este vehículo tuneado con todo lujo de detalles y comodidades, a pie de la Praia das Gaivotas.
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Es la envidia del vecindario desde que hace dos meses se instaló en el camping de Portosín. La reacción del resto de campistas es unánime: "¡Qué pasada!", le dicen a su propietario que disfruta del sol y del mar en este vehículo tuneado con todo lujo de detalles y comodidades, a pie de la Praia das Gaivotas.
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Es la envidia del vecindario desde que hace dos meses se instaló en el camping de Portosín. La reacción del resto de campistas es unánime: "¡Qué pasada!", le dicen a su propietario que disfruta del sol y del mar en este vehículo tuneado con todo lujo de detalles y comodidades, a pie de la Praia das Gaivotas.
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