Tras la oleada de incendios que arrasaronmás de 105.000 hectáreas en agosto en la provincia de Ourense, el objetivo ahora es minimizar el daño ambiental. Para evitar que el arrastre de cenizas, tierra y restos de combustible vegetal calcinado lleguen a los acuíferos, y para que la erosión del suelo no se agrave y se pierda el soporte orgánico, se han puesto en marcha trabajos de ‘mulching’, para crear una cubierta protectora del suelo, un colchón natural que mitiga el arrastre de las lluvias intensas cuando lleguen.
Un grupo de voluntarios, este sábado en Casaio, Carballeda de Valdeorras.
FdV
Tras la oleada de incendios que arrasaronmás de 105.000 hectáreas en agosto en la provincia de Ourense, el objetivo ahora es minimizar el daño ambiental. Para evitar que el arrastre de cenizas, tierra y restos de combustible vegetal calcinado lleguen a los acuíferos, y para que la erosión del suelo no se agrave y se pierda el soporte orgánico, se han puesto en marcha trabajos de ‘mulching’, para crear una cubierta protectora del suelo, un colchón natural que mitiga el arrastre de las lluvias intensas cuando lleguen.
Voluntarios comienzan su trabajo en el entorno de Rego da Mourela en Manzaneda (Ourense)
Brais Lorenzo / EFE
Tras la oleada de incendios que arrasaronmás de 105.000 hectáreas en agosto en la provincia de Ourense, el objetivo ahora es minimizar el daño ambiental. Para evitar que el arrastre de cenizas, tierra y restos de combustible vegetal calcinado lleguen a los acuíferos, y para que la erosión del suelo no se agrave y se pierda el soporte orgánico, se han puesto en marcha trabajos de ‘mulching’, para crear una cubierta protectora del suelo, un colchón natural que mitiga el arrastre de las lluvias intensas cuando lleguen.
Voluntarios comienzan su trabajo en el entorno de Rego da Mourela en Manzaneda (Ourense)
Brais Lorenzo
Tras la oleada de incendios que arrasaronmás de 105.000 hectáreas en agosto en la provincia de Ourense, el objetivo ahora es minimizar el daño ambiental. Para evitar que el arrastre de cenizas, tierra y restos de combustible vegetal calcinado lleguen a los acuíferos, y para que la erosión del suelo no se agrave y se pierda el soporte orgánico, se han puesto en marcha trabajos de ‘mulching’, para crear una cubierta protectora del suelo, un colchón natural que mitiga el arrastre de las lluvias intensas cuando lleguen.
Voluntarios comienzan su trabajo en el entorno de Rego da Mourela en Manzaneda (Ourense)
Brais Lorenzo
Tras la oleada de incendios que arrasaronmás de 105.000 hectáreas en agosto en la provincia de Ourense, el objetivo ahora es minimizar el daño ambiental. Para evitar que el arrastre de cenizas, tierra y restos de combustible vegetal calcinado lleguen a los acuíferos, y para que la erosión del suelo no se agrave y se pierda el soporte orgánico, se han puesto en marcha trabajos de ‘mulching’, para crear una cubierta protectora del suelo, un colchón natural que mitiga el arrastre de las lluvias intensas cuando lleguen.
Voluntarios comienzan su trabajo en el entorno de Rego da Mourela en Manzaneda (Ourense)
Brais Lorenzo
Tras la oleada de incendios que arrasaronmás de 105.000 hectáreas en agosto en la provincia de Ourense, el objetivo ahora es minimizar el daño ambiental. Para evitar que el arrastre de cenizas, tierra y restos de combustible vegetal calcinado lleguen a los acuíferos, y para que la erosión del suelo no se agrave y se pierda el soporte orgánico, se han puesto en marcha trabajos de ‘mulching’, para crear una cubierta protectora del suelo, un colchón natural que mitiga el arrastre de las lluvias intensas cuando lleguen.
Voluntarios comienzan su trabajo en el entorno de Rego da Mourela en Manzaneda (Ourense)
Brais Lorenzo
Tras la oleada de incendios que arrasaronmás de 105.000 hectáreas en agosto en la provincia de Ourense, el objetivo ahora es minimizar el daño ambiental. Para evitar que el arrastre de cenizas, tierra y restos de combustible vegetal calcinado lleguen a los acuíferos, y para que la erosión del suelo no se agrave y se pierda el soporte orgánico, se han puesto en marcha trabajos de ‘mulching’, para crear una cubierta protectora del suelo, un colchón natural que mitiga el arrastre de las lluvias intensas cuando lleguen.
Voluntarios comienzan su trabajo en el entorno de Rego da Mourela en Manzaneda (Ourense)
Brais Lorenzo
Tras la oleada de incendios que arrasaronmás de 105.000 hectáreas en agosto en la provincia de Ourense, el objetivo ahora es minimizar el daño ambiental. Para evitar que el arrastre de cenizas, tierra y restos de combustible vegetal calcinado lleguen a los acuíferos, y para que la erosión del suelo no se agrave y se pierda el soporte orgánico, se han puesto en marcha trabajos de ‘mulching’, para crear una cubierta protectora del suelo, un colchón natural que mitiga el arrastre de las lluvias intensas cuando lleguen.
Voluntarios comienzan su trabajo en el entorno de Rego da Mourela en Manzaneda (Ourense)
Brais Lorenzo
Tras la oleada de incendios que arrasaronmás de 105.000 hectáreas en agosto en la provincia de Ourense, el objetivo ahora es minimizar el daño ambiental. Para evitar que el arrastre de cenizas, tierra y restos de combustible vegetal calcinado lleguen a los acuíferos, y para que la erosión del suelo no se agrave y se pierda el soporte orgánico, se han puesto en marcha trabajos de ‘mulching’, para crear una cubierta protectora del suelo, un colchón natural que mitiga el arrastre de las lluvias intensas cuando lleguen.
Voluntarios comienzan su trabajo en el entorno de Rego da Mourela en Manzaneda (Ourense)
Brais Lorenzo
Tras la oleada de incendios que arrasaronmás de 105.000 hectáreas en agosto en la provincia de Ourense, el objetivo ahora es minimizar el daño ambiental. Para evitar que el arrastre de cenizas, tierra y restos de combustible vegetal calcinado lleguen a los acuíferos, y para que la erosión del suelo no se agrave y se pierda el soporte orgánico, se han puesto en marcha trabajos de ‘mulching’, para crear una cubierta protectora del suelo, un colchón natural que mitiga el arrastre de las lluvias intensas cuando lleguen.
Voluntarios comienzan su trabajo en el entorno de Rego da Mourela en Manzaneda (Ourense)
Brais Lorenzo / EFE
Tras la oleada de incendios que arrasaronmás de 105.000 hectáreas en agosto en la provincia de Ourense, el objetivo ahora es minimizar el daño ambiental. Para evitar que el arrastre de cenizas, tierra y restos de combustible vegetal calcinado lleguen a los acuíferos, y para que la erosión del suelo no se agrave y se pierda el soporte orgánico, se han puesto en marcha trabajos de ‘mulching’, para crear una cubierta protectora del suelo, un colchón natural que mitiga el arrastre de las lluvias intensas cuando lleguen.
Voluntarios comienzan su trabajo en el entorno de Rego da Mourela en Manzaneda (Ourense)
Brais Lorenzo / EFE
Tras la oleada de incendios que arrasaronmás de 105.000 hectáreas en agosto en la provincia de Ourense, el objetivo ahora es minimizar el daño ambiental. Para evitar que el arrastre de cenizas, tierra y restos de combustible vegetal calcinado lleguen a los acuíferos, y para que la erosión del suelo no se agrave y se pierda el soporte orgánico, se han puesto en marcha trabajos de ‘mulching’, para crear una cubierta protectora del suelo, un colchón natural que mitiga el arrastre de las lluvias intensas cuando lleguen.
Voluntarios comienzan su trabajo en el entorno de Rego da Mourela en Manzaneda (Ourense)
Brais Lorenzo / EFE
Tras la oleada de incendios que arrasaronmás de 105.000 hectáreas en agosto en la provincia de Ourense, el objetivo ahora es minimizar el daño ambiental. Para evitar que el arrastre de cenizas, tierra y restos de combustible vegetal calcinado lleguen a los acuíferos, y para que la erosión del suelo no se agrave y se pierda el soporte orgánico, se han puesto en marcha trabajos de ‘mulching’, para crear una cubierta protectora del suelo, un colchón natural que mitiga el arrastre de las lluvias intensas cuando lleguen.
Voluntarios comienzan su trabajo en el entorno de Rego da Mourela en Manzaneda (Ourense)
Brais Lorenzo
Tras la oleada de incendios que arrasaronmás de 105.000 hectáreas en agosto en la provincia de Ourense, el objetivo ahora es minimizar el daño ambiental. Para evitar que el arrastre de cenizas, tierra y restos de combustible vegetal calcinado lleguen a los acuíferos, y para que la erosión del suelo no se agrave y se pierda el soporte orgánico, se han puesto en marcha trabajos de ‘mulching’, para crear una cubierta protectora del suelo, un colchón natural que mitiga el arrastre de las lluvias intensas cuando lleguen.
Tras la oleada de incendios que arrasaronmás de 105.000 hectáreas en agosto en la provincia de Ourense, el objetivo ahora es minimizar el daño ambiental. Para evitar que el arrastre de cenizas, tierra y restos de combustible vegetal calcinado lleguen a los acuíferos, y para que la erosión del suelo no se agrave y se pierda el soporte orgánico, se han puesto en marcha trabajos de ‘mulching’, para crear una cubierta protectora del suelo, un colchón natural que mitiga el arrastre de las lluvias intensas cuando lleguen.