Dos años de prisión para la encargada de un bar de Celanova que se apropió de más de 41.000 euros de un cliente, cantidad con la que deberá indemnizar a los herederos de la víctima, ya fallecida. La sección segunda de la Audiencia Provincial de Ourense concluye que Romina P.R. se aprovechó de que un septuagenario le había autorizado en su cuenta bancaria para, "sin su conocimiento ni consentimiento, transferir a su cuenta, a través de la banca online, 41.240 euros".

El tribunal considera acreditado que la acusada "no utilizó el dinero para la atención del afectado", sino que lo incorporó a su patrimonio y lo usó “en gastos de la más variada índole”.

En el juicio, que se celebró a principios de abril, la acusada argumentó que el hombre le había dicho "que utilizara el dinero para lo que necesitara" y sostuvo que fue idea de él ponerla a ella como autorizada en su cuenta bancaria. La mujer relató que había entablado amistad con la víctima, asiduo del bar en el que ella trabajaba. “Me ocupaba de él, me avisaba si tenía que ir al médico, me decía todo a mí. A veces venía a comer a mi casa y también le compraba ropa porque tenía poca. Muchas veces me daba dinero, 300, 400 y hasta 1.000 euros”, declaró en la Audiencia.

Sin embargo, el sobrino del perjudicado - ya fallecido- negó tal autorización: "Es imposible. Todo el sudor de su vida, el trabajo de toda la vida en Venezuela, se lo llevaron en unos meses”.

Finalmente, el tribunal ha condenado a Romina P.R. por un delito continuado de apropiación indebida, con pena de dos años de prisión, y fija la indemnización para los herederos del septuagenario en los 41.240 euros de los que ella se apropió.