Vigo no es una gran ciudad, pero alberga en sus calles talentos inmensos. Es el caso del matrimonio compuesto por Gustavo Suasnabar y Cristina Pino que, además de ser pareja sentimental, juntos conforman un proyecto artístico. Crean esculturas comunes desde que eran jóvenes y acababan de salir de la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina. Hoy, casi treinta años después, todavía hacen arte mano a mano.
Gustavo Suasnabar y Cristina Pino en su taller de Troula.
Alba Villar
Vigo no es una gran ciudad, pero alberga en sus calles talentos inmensos. Es el caso del matrimonio compuesto por Gustavo Suasnabar y Cristina Pino que, además de ser pareja sentimental, juntos conforman un proyecto artístico. Crean esculturas comunes desde que eran jóvenes y acababan de salir de la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina. Hoy, casi treinta años después, todavía hacen arte mano a mano.
Gustavo Suasnabar y Cristina Pino en su taller de Troula.
Alba Villar
Vigo no es una gran ciudad, pero alberga en sus calles talentos inmensos. Es el caso del matrimonio compuesto por Gustavo Suasnabar y Cristina Pino que, además de ser pareja sentimental, juntos conforman un proyecto artístico. Crean esculturas comunes desde que eran jóvenes y acababan de salir de la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina. Hoy, casi treinta años después, todavía hacen arte mano a mano.
Gustavo Suasnabar y Cristina Pino en su taller de Troula.
Alba Villar
Vigo no es una gran ciudad, pero alberga en sus calles talentos inmensos. Es el caso del matrimonio compuesto por Gustavo Suasnabar y Cristina Pino que, además de ser pareja sentimental, juntos conforman un proyecto artístico. Crean esculturas comunes desde que eran jóvenes y acababan de salir de la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina. Hoy, casi treinta años después, todavía hacen arte mano a mano.
Gustavo Suasnabar y Cristina Pino en su taller de Troula.
Alba Villar
Vigo no es una gran ciudad, pero alberga en sus calles talentos inmensos. Es el caso del matrimonio compuesto por Gustavo Suasnabar y Cristina Pino que, además de ser pareja sentimental, juntos conforman un proyecto artístico. Crean esculturas comunes desde que eran jóvenes y acababan de salir de la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina. Hoy, casi treinta años después, todavía hacen arte mano a mano.
Gustavo Suasnabar y Cristina Pino en su taller de Troula.
Alba Villar
Vigo no es una gran ciudad, pero alberga en sus calles talentos inmensos. Es el caso del matrimonio compuesto por Gustavo Suasnabar y Cristina Pino que, además de ser pareja sentimental, juntos conforman un proyecto artístico. Crean esculturas comunes desde que eran jóvenes y acababan de salir de la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina. Hoy, casi treinta años después, todavía hacen arte mano a mano.
Gustavo Suasnabar y Cristina Pino en su taller de Troula.
Alba Villar
Vigo no es una gran ciudad, pero alberga en sus calles talentos inmensos. Es el caso del matrimonio compuesto por Gustavo Suasnabar y Cristina Pino que, además de ser pareja sentimental, juntos conforman un proyecto artístico. Crean esculturas comunes desde que eran jóvenes y acababan de salir de la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina. Hoy, casi treinta años después, todavía hacen arte mano a mano.
Vigo no es una gran ciudad, pero alberga en sus calles talentos inmensos. Es el caso del matrimonio compuesto por Gustavo Suasnabar y Cristina Pino que, además de ser pareja sentimental, juntos conforman un proyecto artístico. Crean esculturas comunes desde que eran jóvenes y acababan de salir de la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina. Hoy, casi treinta años después, todavía hacen arte mano a mano.