Los vecinos del inmueble número 3 de la calle Caldas de Reis, el el barrio vigués de Coia, todavía hoy no salían de su asombro tras el hallazgo de una anciana prácticamente momificada que estaba siendo atendida por si hija, que padecía una alteración de la realidad. Fuentes judiciales, a raíz de las pruebas de la autopsia practicada a S.R., de 90 años, determinaron que la mujer falleció a finales de noviembre por causas naturales. Residía únicamente en compañía de su hija, por lo que si en los próximos días no aparece ningún otro familiar, su caso será derivado a Servicios Sociales del Concello para el entierro.

En cuanto a su hija, con la que convivió todos estos meses ajena a lo sucedido, su expediente ha sido derivado a los juzgados de Familia para una valoración psiquiátrica y a la FUNGA para la designación de lo que comúnmente se conoce como un tutor.

"No era frecuente encontrarse con ellas, la madre no salía de casa desde la pandemia y la hija rehusaba hablar con los vecinos, pero igualmente sí fue extraño que desde finales de año o principios de este dejásemos de verla asomarse al balcón", reconocía una de estas vecinas.

Es más, su sorpresa fue máxima cuando la semana pasada vio a la hija "limpiar los cristales" de la habitación de su madre. "La vimos desde fuera y estaba tan normal, limpiando el cuarto. La oíamos hablar, reír, creíamos que todo iba bien, que estaba con su madre", cuenta apenada esta vecina.

Fue el olor que salía del domicilio lo que llevó a estos moradores a avisar en la mañana del pasado viernes a la Policía Local y posteriormente, Nacional.

Un macabro hallazgo

La Policía encontró un cadáver momificado de una mujer en el segundo piso del inmueble. La sorpresa no terminó ahí, porque junto al cadáver de la señora se encontraba su hija, la cual aseguró a los agentes que lleva un tiempo "cuidando" del cuerpo.

Los hechos se remontan a hace unos cuantos meses, cuando los vecinos de la comunidad comenzaron a notar que un fuerte olor salía de una de las viviendas. Después de "pasarlo por alto" durante un tiempo, en una reciente reunión vecinal, los afectados decidieron dar parte al Concello de Vigo, para que enviaran unas patrullas a comprobar qué sucedía en esa casa.

Así fue como la Policía Local llegó este viernes a comprobar qué era lo que estaba pasando. Los agentes llamaron al timbre, a las 11.15 de la mañana, y la hija de la mujer entreabrió la puerta. De inmediato, un fuerte hedor turbó a los agentes, que con tan solo un empujón lograron acceder a la vivienda.

Sobre la cama de la habitación principal yacía el cadáver momificado de S. R, rodeada de limones y al "ciudado" de su hija, que aseguró que llevaba unos cuantos meses dándole de comer. Concretamente, dijo que le proporcionaba el té que gustaba pero que le debían haber sentado mal unas empanadillas, porque al dárselas le habían salido gusanos, que había guardado en un frasco.

Los servicios de emergencias atendieron a la hija, que ha sido trasladada al Álvaro Cunqueiro para su valoración en Psiquiatría, mientras que el cadáver de Sara fue enviado al Nicolás Peña para realizarle la autopsia a la espera de concretar cómo murió, y especialmente, hace cuanto tiempo.