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Hilda Gómez
Ver galería >Un recorrido por algunos de los momentos más emocionantes de los encuentros entre el Celta y el Deportivo durante casi un siglo
Uno de los derbis que más recuerdan los aficionados gallegos data de abril de 1970 y ambos equipos luchaban por la permanencia. El Real Club Celta de Vigo libró una extraordinaria actuación, con una superioridad absoluta sobre el Deportivo de A Coruña. Cesáreo Rivera anotó el gol de la victoria y la permanencia para el Celta o el gol de la derrota y el descenso para el Deportivo. Un tanto nunca perdonado.
El antiguo campo de Coia fue espectador de la mayor goleada del Celta al Deportivo. El 2 de diciembre de 1928 el equipo coruñés caía en Coia por 13-0. Fue el último partido oficial antes de la mudanza a Balaídos. Los dos equipos gallegos se medían en el campeonato gallego, torneo que existió desde 1905 a 1940. Crónica de Faro de Vigo sobre el partido.
El antiguo campo de Coia fue espectador de la mayor goleada del Celta al Deportivo. El 2 de diciembre de 1928 el equipo coruñés caía en Coia por 13-0. Fue el último partido oficial antes de la mudanza a Balaídos. Los dos equipos gallegos se medían en el campeonato gallego, torneo que existió desde 1905 a 1940. Crónica de Faro de Vigo sobre el partido.
En 1953 el Celta y Deportivo se enfrentaron dentro de una liguilla de promoción de descenso a Segunda. Seis equipos a doble vuelta. En la última jornada un Deportivo-Celta en Riazor, los coruñeses se impusieron por 3-1 aprovechando cierta condescendencia viguesa que incluso se marcó dos goles en propia meta. Amoedo anotó el único gol vigués. La victoria llevó al equipo coruñés a primera y el Celta conseguiría el pase tras la prohibición de ascenso al España Industrial (filial del Barcelona).
Y llegó el derbi del penalti a Alvelo. El 6 de junio de 1987 el Celta consigue una victoria en Riazor durante la disputa de la fase de ascenso a Primera. Fue un partido bronco, con muchas tarjetas. Era un duelo decisivo, el ganador daba un paso de gigante para volver a Primera División. El árbitro Diaz Vega señaló penalti sobre Alvelo en lo que era una falta fuera del área. La pena máxima la lanzó Baltazar logrando los tres puntos para el Celta.
Muchos coinciden en señalar que el famoso penalti fue el punto de inflexión que disparó negativamente la rivalidad entre celestes y blanquiazules. Tras el gol llegaron los enfrentamientos en las gradas y las cargas policiales. En imagen la Policía Nacional, con sus escudos, tuvo que proteger al equipo arbitral.
La victoria céltica más inesperada en la era moderna de los derbis llegó en las navidades de 1994. El Deportivo vivía su época gloriosa mientras el Celta sobrevivía. El derbi del 21 de diciembre de 1994 trajo un regalo de navidad para los celestes. Para ello Faro titulaba “El Celta bajó al Deportivo de la nube”. Once inicial del Celta.
Primero llegaría el gol de Gudelj en el minuto tres, seguido del gol de Losada. Donato fallaría un penalti inexistente de Pachi Salinas a su hermano Julio y finalmente Bebeto anotaría el tanto deportivista. Un derbi apasionante, disputado bajo la lluvia. El Celta no ganaba en Riazor desde la temporada 1971-1972. Rivera logra rechazar un balón por alto que Gudelj intentaba rematar.
Aquella noche Vigo se echó a la calle para festejar por todo lo alto el histórico triunfo del Celta. Muchos aficionados celebraron el éxito de su equipo en Plaza América, punto de encuentro de las épicas victorias, mientras otras recorrían la ciudad en sus coches haciendo sonar bocinas y agitando banderas.
En 1999 el Celta de Víctor Fernández y el Deportivo de Javier Irureta se cruzaron en los octavos de final de la Copa del Rey. El derbi más largo que han jugado, se decidió en el último minuto de la prórroga con un gol de Turu Flores, hombre clave en la eliminatoria.
El equipo vigués, que dominó con claridad a un Deportivo atrincherado en defensa, logró igualar la eliminatoria, con un gol de Cáceres, cuando jugaba con diez hombres por expulsión de Makelele. La posterior expulsión de Cáceres dejó al Celta con solo nueve jugadores y fue en esos últimos minutos cuando el Deportivo empató. Se clasificó por el valor doble de los goles en campo contrario.
En diciembre de 1999 se vivió uno de los derbis más calientes de la historia. Ambos equipos llegaban al derbi en la cabeza de la clasificación, el deportivo con 33 puntos y el Celta con 28. Un gol del Turu Flores, en un contragolpe aislado, dio la victoria a los deportivistas. Jugada entre Alexander Mostovoi y Mauro Silva.
Este fue el derbi del enfrentamiento entre Djalminha y Mostovoi. Enzarzados en una larga discusión que terminó con una colleja del brasileño tras proferirle el ruso varios insultos. Durante ese partido se desempolvaron los peores recuerdos de los derbis del futbol gallego.
El partido más parecido a una final que ambos han disputado en los últimos tiempos. A falta de tres jornadas para finalizar la temporada el Deportivo se jugaba dejar resuelto el título de liga y el Celta entrar en Europa. Los celestes ganaron por 2-1 tras un valiente ejercicio de supervivencia tras la expulsión de Juanfran en el minuto 12.
Fue uno de los partidos más intensos que se recuerdan en aquellos años al Celta de Víctor. Primero marcó Benni McCarthy y aunque empató el Turu Flores, Gustavo López acabaría por resolver el partido con un disparo desde el borde del área que durmió mansamente junto al palo de la portería defendida por Songo’o. El Celta acabaría por meterse en la Copa de la UEFA y el Deportivo conquistaría unas semanas después su primer título de Liga, aunque la victoria viguesa en el derbi les obligó a estirar un poco más la emoción en aquel campeonato.
En la temporada 2001-2002 tuvo lugar uno de los derbis gallegos más desgraciados que se recuerdan. En septiembre de 2001 Manuel Pablo se rompió la tibia y el peroné tras un choque con el céltico Giovanella. El celeste se lleva las manos a la cabeza al comprobar la gravedad de la lesión.
Mientras Manuel Pablo se retorcía de dolor en el terreno de juego, Giovanella no paraba de llorar. Fue la circunstancia más triste de un derbi realmente vibrante en el que los dos equipos rompieron a jugar como nunca. El resultado del partido fue de 2-2, con gol de Eduardo Berizzo.
El choque disputado en febrero de 2002 en Balaídos será recordado por la agresión de Vagner a Tristán. La fulminante expulsión por tarjeta roja al céltico a diez minutos del final no decidió el partido, el Celta ya perdía por dos goles a cero, anotados por Diego Tristán.
Temporada 2003-2004. El inicio del año 2004 no podía ser peor para la afición celeste. Cinco fallos defensivos del Celta dieron al Deportivo la victoria más abultada en la historia de los derbis en Balaídos. Una noche aciaga para el club que agravaba todos sus males. El Deportivo no tuvo que esforzarse ante un conjunto suicida. Una manita difícil de olvidar.
Numerosos aficionados abandonaron las gradas cuando Víctor marcaba el tercer tanto. La decepción se apoderó del estadio, al finalizar el partido solo se escuchaban los gritos de dimisión por tan vergonzosa actuación. Esa temporada el Deportivo volvió a golear al Celta y certificó su descenso a Segunda División.
En la penúltima jornada de liga llegaba el derbi más dramático de la última década, luchando el Celta por la supervivencia en Primera. Los celestes con una patética primera mitad en Riazor cayeron goleados por 3-0. Ese día los vigueses pusieron un pie en Segunda División y la gente se marchó de Riazor abochornada.
Un tanto en propia meta de Sylvinho en el minuto 13 unido a la expulsión de Berizzo, propiciaron una humillante goleada. Aquella tarde el equipo vigués fue incapaz de encajar el golpe del autogol, no dio la talla y fue un juguete en Riazor. Era el primer derbi de Borja Oubiña.
Y volvimos a ganar en Riazor. Doce años después de la victoria en las navidades de 1994 los celestes conseguían un triunfo histórico. El equipo vigués se tomaba la revancha y ganaba por 0-2 con goles de Silva y Perera. El Celta pisoteaba Riazor. Con la victoria aseguraba su presencia en la UEFA.
La victoria de los célticos vino gracias a la defensa y a su efectividad en ataque. Fue un día perfecto. El Celta obtenía el triunfo más valioso de la temporada, en el campo de su mayor rival, que certificaba su regreso a Europa.
Iago Aspas pierde la cabeza y arruina al Celta. Un joven Iago Aspas propinó sin venir a cuento un cabezazo a Carlos Marchena, destrozando al Celta en su regreso a Riazor tras el último descenso. La infantil acción del moañés le costó un castigo de cuatro partidos que dejó al equipo vigués en precario en un momento clave de la temporada. Una lección de humildad de la que el astro céltico ha tomado buena nota.
La falta de temple y las dificultades para competir ante sus iguales condenaron al equipo vigués. Riki, Silvio y Salomao sentenciaron al Celta, que apenas fue capaz de reducir distancias a diez minutos del final por medio de Park.
En febrero de 2015 el Celta asentó su reinado en Galicia, se llevó el derbi en una demostración de juego colectivo y agobiante presión. Destacaron Krohn–Dehli con un recital de fútbol y Sergio con dos grandes paradas, en un conjunto que rayó a un gran nivel. Los jugadores del equipo vigués, abrazados, dedican a la afición del Celta congregada en Riazor el gol de Larrivey.
La última malleira celeste fue en diciembre de 2016. El Celta goleó al Deportivo en un derbi con un Orellana estelar y protagonismo de la cantera. Los goles de Iago Aspas y Hugo Mallo pusieron fin a una sequía de 43 años sin que un gallego anotase un tanto para los célticos en un derbi en la máxima categoría. El equipo vigués, se llevó por delante a su gran rival en un partido que puso de manifiesto la distancia que separa en aquel momento a ambos equipos.
Guiado por la maestra batuta de Orellana, la orquesta de Berizzo -cumplía su partido numero 100 al frente del banquillo celeste- reinaba en el fútbol gallego con una goleada de sabor canterano. El equipo coruñés sólo fue capaz de crear peligro a balón parado. Cuatro a uno fue el resultado de un partido que ya forma parte de la historia y de la memoria del celtismo.
Décadas de rivalidad, en algunos casos extrema, décadas de grandes alegrías y sonadas decepciones. Ningún otro partido conmueve tanto el corazón del hincha gallego. Más de 132 duelos galaicos han presenciado los aficionados gallegos. Ojalá este paréntesis sea lo más breve posible. Esperamos con ansia el próximo derbi gallego. O noso derbi.
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Ver noticias guardadasUno de los derbis que más recuerdan los aficionados gallegos data de abril de 1970 y ambos equipos luchaban por la permanencia. El Real Club Celta de Vigo libró una extraordinaria actuación, con una superioridad absoluta sobre el Deportivo de A Coruña. Cesáreo Rivera anotó el gol de la victoria y la permanencia para el Celta o el gol de la derrota y el descenso para el Deportivo. Un tanto nunca perdonado.