- Multimedia
- Clasificados
- Servicios

Ver más galerías relacionadas
Hilda Gómez
Ver galería >De la flor y el periódico que despertaba a los pacientes del Meixoeiro a los jardines que aliviaron a los inquilinos del Rebullón, recorremos los hospitales que nos han visto nacer, crecer y morir
Hospital Elduayen. La atención hospitalaria en Vigo daba sus primeros pasos en 1896 con la inauguración del Hospital Elduayen. Dos años antes se iniciaba una suscripción popular en busca de fondos para levantar una estatua en honor al marqués de la Merced, José Elduayen y Gorriti. Sin embargo, este propuso redirigir lo recaudado para la construcción de un centro sanitario, tan necesario en aquella época.
El ayuntamiento compraría entonces la finca “El Carmen” para iniciar las obras. El 23 de enero de 1896 tuvo lugar la inauguración. Su objetivo fundacional era dar acogida y asistir en sus enfermedades a los pobres. Al frente del Hospital se pusieron las Hijas de la Caridad y varios médicos. En las crónicas de la época se señalaba que la inauguración debería destacarse en letras de oro y se recordaba que nació ese benéfico establecimiento "que desde hoy se encuentra ya abierto al servicio de las dolencias de los necesitados y al remedio de las amarguras de la pobreza, de un noble pugilato entre la generosidad y la gratitud, entre la hidalguía y el reconocimiento".
Con el paso de los años el hospital fue languideciendo. Mientras, la población viguesa crecía sin pausa. Urgía ampliar las instalaciones sanitarias. El proyecto presentado por Manuel Gómez Román y Jacobo Esténs establecía varios pabellones separados por jardines para la atención de los enfermos.
Tras la inauguración, los pacientes fueron trasladados a los primeros cinco pabellones sanitarios, construidos en la finca del Regueiro con una capacidad para 80 enfermos. Los inmuebles restantes fueron levantados años después.
Terminadas las obras eran siete los pabellones que daban asistencia médica. Estaban unidos mediante una pasarela cubierta. El presupuesto total fue superior a los tres millones de pesetas.
A mediados de los años 90 el hospital municipal y sus servicios fueron transferidos a la Xunta, según lo establecido en la Ley General de Sanidad. Tras adaptarse al sistema médico fue rebautizado como Hospital Nicolás Peña, en honor a un antiguo director del centro.
En el año 1994 se aprobó un proyecto de reforma que incluía el derribo de tres pabellones y la construcción de un edificio de cinco plantas, dos de ellas subterráneas.
Durante años, el Nicolás Peña trató a pacientes crónicos de larga estancia y acogió la unidad de cuidados paliativos, la de tuberculosis y el servicio de radiología. La unidad de cuidados paliativos creada en 2006 se encargaba del confort de los pacientes en el estado final de su enfermedad.
La reciente reordenación hospitalaria obligó a su reforma para acoger a nuevos inquilinos, 68 pacientes de salud mental en rehabilitación procedentes del Hospital Rebullón. En la actualidad, también ofrece buena parte de la atención ambulatoria y es la base para su equipo de atención a domicilio. Permanecen en el centro las consultas de rehabilitación, la Unidad de Tuberculosis, el Centro de Transfusión y varias pruebas de radiología.
Hospital Xeral. El segundo construido en la ciudad fue el Xeral. Su nombre original fue Residencia Almirante Vierna y la inauguración tuvo lugar el 16 de septiembre de 1955. En aquella época su envergadura provocó una gran expectación. Sus 75 metros de altura y 21 plantas que albergaban más de 12.000 metros cuadrados lo convirtieron en el primer rascacielos de Galicia
El 'Pirulí' se convirtió en un icono de la ciudad de Vigo que, además, ejercía como majestuoso faro para los navíos. Cuando llegaban trasatlánticos al puerto de noche o en días oscuros, había ordenes de encender todas las luces para asombrar a los visitantes.
Varias anécdotas rodearon su construcción y apertura. Algunos obreros tuvieron que renunciar a su empleo debido al vértigo que les producía y otros fueron disfrazados de enfermos para simular la presencia de más pacientes durante la visita inaugural de Francisco Franco. Para la historia quedaron las palabras del escritor que hoy da nombre al nuevo hospital que, ingresado en el Pirulí, le propuso al médico: "Lléveme a la última planta y déjeme mirar el paisaje y quedaré nuevo".
En 1983 la Residencia Sanitaria Almirante Vierna cambia de nombre para llamarse Hospital Xeral de Vigo. Insalud justificó el cambio de nombre por no considerar oportunas las denominaciones con nombres de héroes, totalmente coyunturales.
Los cambios externos del ‘Pirulí’ fueron inmensos. Tras la eliminación de la escalinata principal se construyeron las nuevas instalaciones que dan a la calle Pizarro. No podemos olvidar la cubierta de color verde que estrenó en el verano del 2001 y que a lo largo de casi dos décadas fue emblema del edificio.
Con la llegada de la reordenación hospitalaria y el traslado de los pacientes al nuevo Hospital Álvaro Cunqueiro el 24 de septiembre de 2015 se produce el cierre del Xeral. Atrás quedaban 21.935 días de servicio. Las paredes se llenaron de mensajes de despedida de pacientes y trabajadores que mostraban así su cariño por las miles de historias que albergó.
En julio de 2017 comienza la fase del derribo y vaciado de la torre para iniciar la construcción de la futura Cidade da Xustiza. Según el proyecto del arquitecto Alfonso Penela se busca recuperar el aspecto original del Pirulí, precedido de una gran plaza.
Policlínico Cíes. Se inaugura En 1967. Fue el primer edificio de planta ovalada que se construía en Vigo. Su forma recuerda a los castros celtas y a las pallozas. El arquitecto buscaba un mayor aprovechamiento del espacio, unas comunicaciones más cómodas con recorridos radiales y que la mayor parte de las estancias fueran exteriores.
El Policlínico Cíes, vanguardista y singular, fue diseñado por el arquitecto vigués José Bar Boo. Su estructura y sus peculiares características constituyeron una revolución en la forma del entender el concepto de los hospitales.
Faro de Vigo se hacía eco de la noticia de este modo: “Un nuevo icono urbanístico que le otorga a la ciudad un rango especial dentro de la arquitectura”. Un total de seis plantas con 3.795 metros cuadrados tras alguna pequeña ampliación. Su espectacular escalera en forma de caracol es sin duda uno de los rasgos más recordados.
Tras la reordenación de la atención hospitalaria cerró sus puertas. Corría el año 2015. Desde entonces, sigue clausurado sin ninguna oferta de compra. Se ha presentado a la Tesorería del Estado un anteproyecto básico como residencia de mayores.
Se trata del segundo hospital que se quedó sin uso en la ciudad tras la apertura del Álvaro Cunqueiro. Sus servicios fueron asumidos por el Meixoeiro.
Hospital Meixoeiro. O Meixoeiro, en detrimento de O Porriño, fue la zona elegida por el Insalud para erigir el hospital que tenía que paliar el déficit de plazas existente en la provincia. La población ya alcanzaba los 550.000 habitantes y solo había 560 camas para atenderlos. Se le asignó una población de 220.000 personas procedentes de 24 municipios del sur de la provincia, así como Matamá, Beade y el entorno del hospital.
Su construcción comenzó en 1986 con un presupuesto de 5.000 millones de pesetas y con las protestas vecinales de los afectados por las expropiaciones. El que sería el tercer hospital público de Vigo se inauguró 17 días antes de unos comicios autonómicos y cerró sus puertas una semana después. Desde la dirección se habló de una clausura "programada" debido a las navidades.
En sus inicios tenía 68 camas, lejos de las 343 que alberga en la actualidad. De los dos quirófanos primeros se ha pasado a 12, más otras dos salas de cirugía menor. En su primer año en funcionamiento se registraron 1.976 ingresos. Las urgencias abrieron un año después.
El 30 de noviembre de 1989 las consultas externas recibieron a los primeros 17 pacientes. Los dos quirófanos con los que arrancó el hospital operaron por primera vez el 13 de diciembre. Eran casos de Urología y Ginecología.
Fue uno de los primeros hospitales públicos de España en estar completamente informatizado. Pero, sobre todo, se centraba la confortabilidad del paciente. Se creó un equipo de azafatas para recibirle y acompañarle a su habitación. El Meixoeiro fue pionero en permitir a los ingresados elegir el menú. La azafata llegaba por la mañana a las habitaciones con el periódico, el desayuno y una flor, y le entregaba la carta al hospitalizado.
En 1992 un incendio declarado en el laboratorio de anatomía patológica destruyó las dependencias. Los laboratorios próximos a la zona de Urgencias y los quirófanos fueron evacuados. Las ambulancias se desviaron al Hospital Xeral hasta que los servicios de emergencias lograron normalizar la situación.
En la actualidad, y tras la reordenación de los recursos hospitalarios en el área, el Meixoeiro se destina a la hospitalización de pacientes sub-agudos de Medicina interna que requieren unos cuidados o unas pruebas sencillas, así como la unidad de cuidados paliativos. Concentra también las cirugías sin ingreso o de corta estancia de Cirugía General, Trauma, Urología, Ginecología y Neurología.
En exclusiva ofrece además los servicios de Radioterapia, Unidad de Mama, Dermatología, Reumatología, Geriatría, Alergología, Oftalmología, Endocrinología, Cuidados Paliativos, Unidad del Dolor (anestesia), Unidad del Ébola y Medicina Nuclear (PET).
Hospital psiquiátrico Rebullón. Sobre las cenizas de un hospital antituberculoso, la Diputación de Pontevedra levantó en 1975 un centro que iba a revolucionar el concepto de la asistencia pública psiquiátrica en Galicia. Un año más tarde, el Hospital Psiquiátrico Rebullón recibía a su primer paciente en régimen de internamiento.
Un centro moderno y humanizado, lejos de la antigua y áspera imagen del manicomio. "Sin tapias ni rejas y con numerosos indicadores de salida, un equipo joven al servicio de una psiquiatría actual y muy efectiva". Así describía FARO DE VIGO el hospital en sus primeros años de funcionamiento.
Con el paso de los años la atención a pacientes con patología mental crónica se centralizó aquí. Sus 17.000 metros cuadrados con el edificio principal y con cuatro unidades de rehabilitación tenían una capacidad de ingreso de 68 personas.
Tras la reordenación de los recursos hospitalarios el Nicolás Peña asumió el internamiento de los enfermos crónicos. En enero de 2016 los pacientes se desplazaron hasta su nuevo centro en ambulancias colectivas. Esta nueva ubicación más céntrica permitía una integración más normalizada de los pacientes, así como mejoras básicas en su día a día.
En el recinto del antiguo psiquiátrico Rebullón todavía hay actividad. Una de las dos bases de ambulancias el 061 en Vigo, un centro de día de la Confederación Galega de Personas con Discapacidade (Cogami) en la antigua casa de médicos y una nave para archivo. El edificio principal solo se utiliza como almacén de mobiliario hospitalario.
Y llego el Álvaro Cunqueiro. El área sanitaria llevaba más de una década esperando por un hospital que solucionase los evidentes déficits estructurales del Chuvi. Todos los profesionales destacaban la unificación física de los servicios y su gran potencial.
El nuevo hospital se estrenó el 29 de junio de 2015. Abría sus puertas atendiendo a pacientes de Hemodiálisis y Nefrología. Arrancaba la gran mudanza sanitaria viguesa. Lo haría de menor a mayor complejidad, empezando por consultas externas.
Su puesta en marcha fue complicada. El debut estuvo empañado por un accidentado traslado, el retraso del equipamiento y la polémica por el modelo de financiación público-privado. La sociedad mostró su rechazo en una manifestación histórica con más de 200.000 personas de toda el área que colapsaron el centro de la ciudad.
Los servicios en exclusiva de los que dispone son la hospitalización de altos requerimientos diagnósticos y terapéuticos, cuidados y cirugías complejas, puerta única de urgencias, el área materno infantil, UCIs y reanimación de adultos e infantil, diálisis y hospital de día oncológico.
A sus tres años de vida se contabilizaban 1.116.065 consultas. Estas, junto a los ingresos y las urgencias, han ido a más.
Policlínico Vigo S.A. No podemos olvidarnos de POVISA. Inaugurado en marzo de 1973 en la calle Salamanca empezó a cuajar a finales de los 60 por un grupo de médicos que se planteó unir en una sola las clínicas que gestionaban.
Su capacidad de transformación y de apuesta por las últimas tecnologías llevó a Povisa a crecer y firmar importantes acuerdos, como el que rubricó con el Instituto Social de la Marina o con el Insalud. Varios accidentes en la industria naval y conservera de Vigo les llevan a crear una unidad de quemados. Sería la primera de Galicia.
Con este panorama, en 1983 arranca el proyecto de ampliación del edificio y eleva ya el número de camas a 700. A finales de 1996, el Grupo Nosa Terra toma las riendas del hospital que se consolida ya con los conciertos con el Servicio Galego de Saúde.
En la actualidad atiende a 130.000 pacientes de la sanidad pública del área de Vigo y dispone de una plantilla de 1.500 trabajadores. Con unas instalaciones de 40.000 metros cuadrados es el hospital privado más grande de España. Desde diciembre de 2019, su propiedad está en manos del grupo Ribera Salud.
Noticia guardada en tu perfil
Ver noticias guardadasHospital Elduayen. La atención hospitalaria en Vigo daba sus primeros pasos en 1896 con la inauguración del Hospital Elduayen. Dos años antes se iniciaba una suscripción popular en busca de fondos para levantar una estatua en honor al marqués de la Merced, José Elduayen y Gorriti. Sin embargo, este propuso redirigir lo recaudado para la construcción de un centro sanitario, tan necesario en aquella época.