Siador volvió a ser por un día la patria de la infancia. Como cada último domingo de junio, el recinto de A Saleta se llenó de juegos, talleres, gincanas, música y espectáculos, aunque con menos afluencia que otros años
Diversión, tradición y cuidado del medio se dan la mano en la 35ª Romaría da Rapazada
Bernabé/Javier Lalín
Siador volvió a ser por un día la patria de la infancia. Como cada último domingo de junio, el recinto de A Saleta se llenó de juegos, talleres, gincanas, música y espectáculos, aunque con menos afluencia que otros años
Diversión, tradición y cuidado del medio se dan la mano en la 35ª Romaría da Rapazada
Bernabé/Javier Lalín
Siador volvió a ser por un día la patria de la infancia. Como cada último domingo de junio, el recinto de A Saleta se llenó de juegos, talleres, gincanas, música y espectáculos, aunque con menos afluencia que otros años
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Bernabé/Javier Lalín
Siador volvió a ser por un día la patria de la infancia. Como cada último domingo de junio, el recinto de A Saleta se llenó de juegos, talleres, gincanas, música y espectáculos, aunque con menos afluencia que otros años
Diversión, tradición y cuidado del medio se dan la mano en la 35ª Romaría da Rapazada
Bernabé/Javier Lalín
Siador volvió a ser por un día la patria de la infancia. Como cada último domingo de junio, el recinto de A Saleta se llenó de juegos, talleres, gincanas, música y espectáculos, aunque con menos afluencia que otros años
Diversión, tradición y cuidado del medio se dan la mano en la 35ª Romaría da Rapazada
Bernabé/Javier Lalín
Siador volvió a ser por un día la patria de la infancia. Como cada último domingo de junio, el recinto de A Saleta se llenó de juegos, talleres, gincanas, música y espectáculos, aunque con menos afluencia que otros años
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Siador volvió a ser por un día la patria de la infancia. Como cada último domingo de junio, el recinto de A Saleta se llenó de juegos, talleres, gincanas, música y espectáculos, aunque con menos afluencia que otros años
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Siador volvió a ser por un día la patria de la infancia. Como cada último domingo de junio, el recinto de A Saleta se llenó de juegos, talleres, gincanas, música y espectáculos, aunque con menos afluencia que otros años
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Siador volvió a ser por un día la patria de la infancia. Como cada último domingo de junio, el recinto de A Saleta se llenó de juegos, talleres, gincanas, música y espectáculos, aunque con menos afluencia que otros años
Siador volvió a ser por un día la patria de la infancia. Como cada último domingo de junio, el recinto de A Saleta se llenó de juegos, talleres, gincanas, música y espectáculos, aunque con menos afluencia que otros años