El penalti de Iván Villar sobre Isak y su posterior parada dejaron anoche un sabor agridulce en la parroquia celeste. Pese caer derrotados por la mínima ante la Real Sociedad, el guardameta de Aldán lograba resarcirse del error en su salida con una gran estirada y detener una curiosa "maldición" que afectaba a los cancerberos celestes en los útimos años.
Tuvieron que pasar 204 partidos de Primera desde la última intervención de un portero celeste que evitó un gol desde los once metros. Aquel lejano 2 de enero de 2016 fue Sergio Álvarez quien, tras la expulsión de Rubén Blanco en la Rosaleda, detuvo el lanzamiento de Amrabat.
Esta estadística se agrava si tenemos en cuenta que el Celta es el tercer equipo con más penaltis en contra señalados en Liga en las últimas siete temporadas, sumando 44 tras los dos pitados por Gil Manzano ayer. Porque aunque no todos esas penas máximas lograron convertirse en goles, fue más por deméritos del lanzador -al enviarlo fuera- que por acierto de los porteros.
En esa estadística hay que sumar la extraordinaria parada del "Gato de Catoira" a Medujanin en septiembre de 2014 en el último minuto, que le valió al cuadro vigués para llevarse un derbi por primera vez en siete años como antepenúltima atajada liguera.
La Copa, un oasis para los penaltis
Curiosamente, esta pésima racha encontró no era tan grave en la Copa del Rey. Pese a que el "torneo del KO" suma tres temporadas con actuaciones mejorables, en él habían realizado sus últimas paradas a las penas máximas los guardametas celestes.
Hasta la noche del jueves, Sergio Álvarez ante el Mirandés el 24 de enero de 2020 tenía el honor de ser el último "héroe" al detener el lanzamiento de Álvaro Rey en la prórroga. Sin embargo, y pese a la entrada de los teóricos titulares de Óscar García Junyent, no pudo evitar la eliminación en dieciseisavos de final en Anduva.
Muy distinto fue el contexto de la anterior parada, cuatro años, en el mismo torneo. Rubén Blanco asumía el reto de ser titular en unas semifinales de Copa con tan solo 20 años. Pese a detener el lanzamiento de Kevin Gameiro al comenzar el partido, no pudo evitar la contundente derrota por 4 a 0 que puso cuesta arriba la vuelta para los de Berizzo, donde caerían eliminados con honores tras empatar a dos.